Peugeot 106 clásicos en venta

Historia del Peugeot 106

El Peugeot 106 se presentó en septiembre de 1991 como la respuesta de Peugeot al segmento de los supermini. Inicialmente sólo disponible como tres puertas, en 1992 se sumó la opción de cinco puertas, ampliando sus posibilidades de uso urbano y familiar. Fabricado hasta julio de 2003, fue el modelo de acceso a la gama Peugeot, simbolizando modernidad, sencillez y bajo coste de uso. El 106 reemplazó a modelos más antiguos y marcó una pauta en los utilitarios modernos por su fiabilidad y robustez, así como por su implicación en el automovilismo base. Muchas unidades han resistido el paso del tiempo gracias a la calidad de sus materiales interiores y mecánica sencilla.

Evolución y generaciones del 106

El 106 cuenta con dos generaciones principales: la primera serie (S1) abarca de 1991 hasta mediados de los noventa, mientras que la segunda (S2) se produjo desde 1996 hasta el final de su vida comercial en 2003. Los cambios incluyeron leves restylings, mejoras en equipamiento y la ampliación de la gama de motores. Destacó por versiones especiales como el Rallye o el KID, dirigidas a segmentos muy concretos. Al finalizar su producción, el Peugeot 106 fue sucedido indirectamente por modelos como el Peugeot 206, que heredaron parte de su espíritu accesible y deportivo dentro de la gama.

Características destacadas y cifras

La gama Peugeot 106 se distingue por su versatilidad, diversidad de acabados y especial relevancia en la cultura del motor francesa, sobre todo en sus versiones deportivas. Ejemplares como el 106 Rallye sobresalen como opciones únicas para jóvenes pilotos y entusiastas del motorsport base, con configuraciones que permitían desde el uso diario hasta la competición amateur. Su construcción ligera y la tracción delantera aportaban un manejo preciso y una eficiencia destacable en consumo.

Datos técnicos del Peugeot 106

Ediciones especiales y modelos de colección

El Peugeot 106 Rallye destaca como referente de la gama: ligero, potente para su peso, y equipado de serie con elementos orientados a la competición como suspensión deportiva, escape deportivo y, en versiones limitadas, llantas blancas o equipamiento interior específico. El 106 KID se caracteriza por sus detalles de diseño en tapicería tipo vaquero y equipamiento enfocado en la personalización juvenil. Las series Rallye 1300, en particular, alcanzan hoy estatus de rareza y son especialmente apreciadas por su limitada producción y sus prestaciones puristas.

Mantenimiento y puntos clave a revisar

El mantenimiento del Peugeot 106 resulta generalmente sencillo y económico gracias a su mecánica simple y la buena disponibilidad de recambios. Es común encontrar ejemplares con revisiones documentadas de correa de distribución, cambio de aceites y filtros, cambio de bujías, frenos renovados y limpieza de circuitos de calefacción. Los vehículos menos expuestos a la corrosión suelen ser los fabricados en Portugal. Modelos en estado original, con escaso kilometraje y ausencia de accidentes u óxido, aumentan significativamente su valor.

Motor, caja de cambios y comportamiento dinámico

El 106 es valorado por su ligereza y su configuración de tracción delantera, que ofrece un comportamiento ágil en trazados urbanos y excelente paso por curva. Las versiones Rallye, con motores 1.3 y preparación específica, son referencias entre los utilitarios deportivos, permitiendo tanto la conducción diaria como incursiones en competiciones de base. La transmisión manual contribuye al carácter analógico y directo del coche. - 106 Rallye 1.3: conocido por su motor alegre, peso reducido y enfoque deportivo.

• 106 KID: apreciado por su personalización y rareza en el mobiliario interior.
• 106 1.0/1.1: destacado por su bajo consumo y fiabilidad, ideal para uso cotidiano.

Diseño exterior, interior y detalles únicos

El Peugeot 106 exhibe un diseño sobrio típico de los 90, con líneas rectas y una carrocería simple pero funcional. Los interiores se distinguen por la sencillez y originalidad de materiales (tapizados en tonos grises o con motivos especiales como en el KID). Las versiones deportivas integran asientos envolventes, volantes pequeños y pespuntes de color. Tapicerías originales y colores exteriores bien conservados son especialmente valorados. Versiones como el Rallye ofrecen detalles genuinos como llantas blancas, equipamiento austero y una habitabilidad fiel al enfoque racing. Accesorios originales como el radio Peugeot 106, kit de herramientas y documentación completan el equipamiento de coleccionista.

Otros aspectos de interés del Peugeot 106

Algunas unidades se ofrecen con extras como neumáticos de repuesto, llantas de aluminio adicionales y equipamiento específico para rally (unidad de control reprogramada, piezas de escape racing, suspensiones deportivas). Su facilidad de uso y bajo consumo lo hacen utilizable como clásico diario. El valor de los ejemplares con bajos kilómetros y pintura original permanece al alza, especialmente si se mantienen con documentación y historial completo.

Resumen: Peugeot 106, utilitario clásico francés

El Peugeot 106 supuso un hito en la movilidad accesible de los años 90, sobresaliendo por su robustez, sencillez y versatilidad. Versiones como la Rallye o la KID aportan un atractivo añadido para los aficionados y coleccionistas. Sus prestaciones honestas, bajo coste de mantenimiento y la posibilidad de encontrar tanto unidades de uso cotidiano como vehículos de colección hacen del 106 una opción sólida en el mercado del coche clásico español.