Bentley Corniche coches clásicos en venta

Historia y origen del Bentley Corniche

El Bentley Corniche tiene su origen en un prototipo de 1939 basado en el Bentley Mark V, aunque la producción real comenzó en 1966 a partir de la base del Bentley T. Construido por Mulliner Park Ward bajo la dirección de Bill Allen, el Corniche supuso un avance respecto a los clásicos de la marca, introduciendo líneas más fluidas y modernas en las versiones coupé y convertible. La denominación 'Corniche' hace referencia a las famosas carreteras de acantilado de Mónaco, evocando exclusividad y sofisticación. Aunque compartía muchos elementos mecánicos con el Rolls-Royce Corniche, marcaba distancias estéticas y de equipamiento, y se mantuvo en producción hasta su conversión en Bentley Continental en 1984.

Evolución del modelo Bentley Corniche

Originalmente derivado del Bentley T, el Corniche fue reconocido inicialmente como una variante de este hasta que, debido a su éxito, en 1971 pasó a ser un modelo propio. En 1984, la denominación Corniche fue sustituida por Continental, reforzando la identidad de Bentley frente a Rolls-Royce. En sus casi 25 años de producción, se fabricaron solo 140 unidades (69 coupé y 77 convertibles), una cifra muy inferior a la de sus homólogos de Rolls-Royce, subrayando así su grado de exclusividad en la historia de la marca.

Aspectos destacados del Bentley Corniche

El Corniche destaca por sus elegantes carrocerías, líneas de diseño fluido y presencia imponente. Fue innovador al introducir sistemas como la ignición electrónica y frenos de disco ventilados, además de una cuidada atención al confort y el lujo en el habitáculo. Su producción limitada refuerza su exclusividad, ya que su volumen fabricado permanece muy por debajo del de otros modelos de Rolls-Royce y Bentley de la época.

Datos técnicos del Bentley Corniche

Ediciones especiales y versiones coleccionables

Debido a su baja producción y las mejoras introducidas durante su ciclo de vida, todas las variantes del Corniche pueden considerarse de carácter exclusivo. Sin embargo, destacan especialmente las pocas unidades fabricadas bajo pedido con acabados personalizados y las últimas series previas a la transformación en Bentley Continental, por sus detalles de equipamiento únicos y mejoras técnicas.

Motor, transmisión y comportamiento dinámico

El Corniche ofrecía una experiencia de conducción típicamente británica: suave, refinada y con una capacidad de aislamiento elevada gracias a su elaborado esquema de suspensión independiente en las cuatro ruedas. Alcanzaba velocidades cercanas a 190 km/h, impulsado inicialmente por carburadores dobles SU, que más tarde serían reemplazados por sistemas más modernos de inyección y carburación Solex. La caja automática de tres relaciones y la robusta estructura proporcionaban una conducción cómoda pero contundente, ideal para largas travesías. Los modelos más buscados suelen ser los fabricados tras la actualización de 1977, que incorporaban mejoras en motor e interior, y las versiones cabriolet por su mayor exclusividad dentro de la producción limitada del Corniche.

Diseño, habitáculo y acabados

Diseñado por John Polwhele Blatchley y ensamblado por Mulliner Park Ward en Londres, el Corniche exhibe detalles exteriores elegantes con una silueta fluida y proporcionada. El interior, de cinco plazas, estaba rematado con maderas nobles, cuero de la más alta calidad y una disposición enfocada al lujo y al confort. Los colores y materiales podían personalizarse al gusto del cliente, incluyendo maderas especiales en salpicadero y detalles cromados de serie. Accesorios como capota eléctrica, aire acondicionado y sistemas de audio premium estaban disponibles según la época y la configuración solicitada.

Otras características de interés

Dado su escaso número de unidades, el Corniche a menudo se solicitaba con acabados y requisitos únicos por parte de sus propietarios, lo que hace que prácticamente cada coche sea diferente en cuanto a detalles y configuraciones.

Resumen

El Bentley Corniche fusiona la distinción y la ingeniería avanzada propia de la casa británica, con una producción limitada que refuerza su carácter único. Elegancia, comodidad y tecnología lo posicionan como uno de los clásicos más exquisitos dentro de la saga Bentley y Rolls-Royce, ideal para quienes buscan exclusividad y sofisticación en el mundo de los automóviles clásicos.