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Peugeot 301 coches clásicos en venta

El Peugeot 301 es una pieza muy cotizada entre los amantes de los coches clásicos gracias a su diseño elegante y presencia distintiva. Este modelo, fabricado en una serie limitada de apenas 168 unidades, destaca por su autenticidad, mecánica robusta y una cuidada selección de materiales y detalles exclusivos. Perfecto para coleccionistas o para lucirse en eventos y exposiciones.

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Historia del Peugeot 301

El Peugeot 301 se presentó en 2012 como una berlina del segmento B, con el objetivo de combinar funcionalidad y elegancia, manteniendo la tradición de la marca francesa. No obstante, el nombre 301 se remonta a modelos históricos, lo que aporta un aire nostálgico al vehículo actual y lo vincula con el legado automovilístico europeo. La última generación se produce principalmente en la planta de Vigo (España) y en China, así como en formatos CKD en mercados selectos.

Evolución y generaciones del 301

El 301 actual se desveló en el Salón de París en 2012, compartiendo plataforma y componentes con el Citroën C-Elysée, y orientado a mercados globales. Sin embargo, el Peugeot 301 histórico de 1933, del que existen solo 168 unidades, resalta como un vehículo de colección de la época prebélica europea. Los modelos posteriores reinterpretan su espíritu robusto y asequible, orientados al día a día y mercados emergentes, manteniendo la conexión al pasado clásico de la marca.

Características destacadas del Peugeot 301

El Peugeot 301 atrae especialmente a coleccionistas debido a su corta producción (168 unidades). Ofrece una mecánica resistente, presencia imponente y opciones de interior en auténtico cuero y exteriores bitono. Características como las frenadas mediante sistema de tambor accionadas por cable o la capota hecha a mano elevan su valor entre los aficionados.

Datos técnicos del Peugeot 301

Series limitadas y modelos especiales

La edición del Peugeot 301 de 1933 es por sí misma una serie limitada, con únicamente 168 unidades fabricadas. Algunos ejemplares lucen tapizados de cuero auténtico o capotas realizadas artesanalmente, con combinaciones de pintura bitono —como el acabado azul exhibido en museos— lo que incrementa aún más su exclusividad.

Mantenimiento y puntos críticos

A falta de información específica sobre debilidades recurrentes en el 301, los propietarios suelen poner atención en los sistemas de frenos de tambor accionados por cable y la conservación de los materiales originales, especialmente la tapicería de cuero y las capotas artesanales. La limitada producción complica la búsqueda de repuestos, algo a tener en cuenta en restauraciones.

Motor, rendimiento y conducción

El Peugeot 301 clásico de los años 30 destaca por su conducción tranquila y su mecánica simplificada. El sistema de frenos de tambor por cable requiere adaptación si se compara con estándares modernos, pero es parte de su atractivo para los puristas. El vehículo resulta idóneo para eventos y encuentros de clásicos, donde prima la experiencia nostálgica y el disfrute pausado. El propio 301 de 1933 destaca como modelo principal por su rareza y fiabilidad. Su chasis robusto y las opciones de interior lo convierten en un ejemplo paradigmático de la ingeniería francesa de entreguerras.

Diseño, interiores y equipamiento

El Peugeot 301 sobresale por su línea estilística, destacando la posibilidad de carrocería bitono y la presencia de tapicería de cuero de alta calidad en tonos como el beige. El techo retráctil y la capota manual añaden valor artesanal. Los detalles cromados y los elementos de diseño típicos de la época, como las llantas rígidas y el tablero analógico, refuerzan su carácter vintage y sofisticado.

Otros aspectos relevantes

El Peugeot 301 resulta perfecto para bodas, exposiciones o eventos temáticos gracias a su aspecto inconfundible y su selecto nivel de conservación. La producción limitada y los acabados artesanales refuerzan su exclusividad entre los coches clásicos de colección.

Resumen

El Peugeot 301 es un coche clásico orientado a auténticos apasionados. Con solo 168 unidades fabricadas y cuidadas hasta el último detalle, representa un valor seguro tanto para coleccionistas como para quienes buscan un clásico distinguido y con una historia singular. Su diseño, materiales y escasez lo convierten en una pieza insustituible en cualquier colección.