Ford Granada coches clásicos en venta

Historia del Ford Granada

El Ford Granada se fabricó de 1972 a 1985 y surgió como fruto de la colaboración germano-británica en el desarrollo de berlinas grandes orientadas a la clase media-alta. Desde sus inicios, se concibió como rival directo para modelos como el Mercedes-Benz 190 o el BMW 5, con el objetivo de conquistar a una clientela acostumbrada a vehículos modernos y equipados. Para ello, Ford invirtió aproximadamente 500 millones de marcos en desarrollo previo al lanzamiento. El nombre Granada hace honor a la ciudad andaluza, reflejando la intención de asociar el modelo a lo exótico y prestigioso. La primera aparición pública del prototipo tuvo lugar en el Salón del Automóvil de Ginebra. Destacó el trabajo conjunto entre ingenieros alemanes y británicos, que dotaron al modelo de un chasis rígido, nuevas tecnologías en suspensión y un diseño que aunaba robustez y modernidad. El Granada estaba disponible como berlina, familiar (Turnier) y coupé, respondiendo a la alta diversidad de demandas dentro del segmento.

Evolución y generaciones del Granada

El Granada se divide fundamentalmente en dos generaciones europeas y, paralelamente, en versiones norteamericanas completamente distintas. La fusión del Granada con el Consul en 1975 dio lugar a una gama con aún más opciones mecánicas y de equipamiento. El primer gran facelift llegó en 1978, caracterizado por el rediseño completo del frontal, techo y parte trasera, lo que modernizó la línea. En la segunda generación se sofisticaron especialmente los interiores y la carrocería familiar tomó mayor protagonismo. En 1982, Ford introdujo más de 2.200 cambios técnicos y estéticos, consolidando la presencia de los motores V6. La producción europea del Granada, incluyendo limusina y Turnier, sumó 1.619.000 unidades hasta 1985. Cabe destacar que en el mercado estadounidense existió también un Ford Granada entre 1975 y 1982, con planteamiento, diseño y motorizaciones diferentes.

Particularidades y cifras del Ford Granada

El Granada destacó por su confort de marcha debido a un esquema de suspensión avanzado para su época y la utilización de motorizaciones V6 robustas y pulidas, además de una ergonomía y volumen interior por encima de la media. La versión coupé ofrecía una estética fastback poco común en el segmento. Entre los extras, sobresalían el techo de vinilo, interiores en símil madera o piel, y siete colores originales de fábrica. Desde el punto de vista del coleccionismo, el Granada tiene un valor sostenido, sobre todo en configuración Ghia o con documentación completa. Los datos de nuestro portal muestran que la Serie II representa el 70,4% del stock disponible de Granadas Ford, seguida por la Serie I con un 22,2%. En cuanto a demanda, la Serie II acapara un 58,1% de las búsquedas dentro del modelo Granada, siendo la favorita entre aficionados y restauradores.

Datos técnicos del Ford Granada

Ediciones limitadas y modelos especiales

Destaca el Granada Chasseur, una edición limitada basada en el modelo de 1978 con tapicería especial, pintura bitono, lunas color bronce y kit de maletas a juego. El nivel de acabado Ghia es especialmente apreciado por su lujo relativo, incluyendo detalles cromados, asientos mejorados y elementos eléctricos avanzados para su tiempo.

Mantenimiento y restauración

El Granada necesita mantenimiento periódico especialmente de suspensión, frenos y juntas de motor. Las unidades con largo tiempo de inactividad pueden requerir revisiones a fondo antes de volver a circular. El acceso a recambios sigue siendo razonable, con piezas de desgaste habituales fácilmente localizables. La conservación de la originalidad —incluyendo pintura y documentación— influye mucho en el valor residual del vehículo. Generalmente, las restauraciones parciales, como repintados o sustitución de molduras, no repercuten negativamente en su cotización si se respeta la configuración de fábrica.

Motor, comportamiento dinámico y variantes técnicas

Con una configuración clásica de propulsión trasera, los Granada equipados con V6 proporcionan un empuje contundente y una suavidad de marcha destacada frente a modelos contemporáneos. La puesta a punto del chasis con dobles trapecios delante y suspensión independiente detrás ofrecía un confort propio de segmentos superiores. Aunque priorizaba el confort antes que el dinamismo puro, la versión coupé logró matices más atrevidos. Hoy es común encontrar motores V6 de 2,3 y 2,8 litros combinados tanto con cambio manual como automático. - Granada Serie II V6 2.8 Ghia: El equilibrio entre potencia y máximo equipamiento.

• Granada Turnier: Muy valorado por su capacidad de carga y versatilidad.
• Granada coupé fastback: Buscado principalmente por coleccionistas por su línea única.

Diseño exterior, interior y equipamiento

El Granada se caracterizaba por superficies amplias, abundancia de cromados y detalles como el techo de vinilo negro, especialmente común en Ghia. El salpicadero integraba acabados en madera y un cuadro de instrumentos analógico generoso. Los asientos, incluso en versiones básicas, ofrecían buen relleno y tapicerías exclusivas en algunas series limitadas. Entre los equipamientos, se incluían elevalunas eléctricos, cierre centralizado, retrovisores eléctricos, asientos ajustables eléctricamente y techos solares o corredizos. Los colores originales y las llantas 'barock' son muy apreciados.

Otros aspectos relevantes

Muchos Granada cuentan con homologación como vehículo histórico según la legislación española, lo que facilita su circulación y supone ventajas fiscales. Es común que las unidades de coleccionista hayan tenido largos periodos de inactividad en garaje, resultando en bajo kilometraje real. Su aparición frecuente en series de TV de los años 70 refuerza su estatus como clásico de época reconocible.

Resumen final

El Ford Granada sintetiza la propuesta de Ford en la clase media-alta europea de los años 70 y 80: espacio, comodidad, motorizaciones honestas y gama diversa de acabados. La oferta actual evidencia una preferencia clara por la segunda serie, dotada de mejoras relevantes en todos los apartados. Mantener la originalidad y realizar revisiones frecuentes garantiza el disfrute de un modelo que destaca en cualquier reunión de clásicos europeos.