BMW 327/28 clásicos en venta

Historia del BMW 327/28

Entre 1938 y 1940, el BMW 327/28 se fabricó como cabriolet y coupé en Eisenach, retomando los conceptos técnicos y estéticos del 327, pero llevados al extremo de la deportividad gracias al motor del 328. La producción utilizaba una colaboradora mítica para la época, Ambi-Budd, responsable de las carrocerías, que ensamblaba paneles metálicos sobre una sólida estructura de madera. El 327/28 incorporaba innovaciones como frenos hidráulicos en las cuatro ruedas y un sistema centralizado de engrase con accionamiento a pedal, revolucionario en su tiempo. Aunque la II Guerra Mundial cortó la vida comercial del modelo, su fama creció aún más gracias a las victorias deportivas y la posterior fabricación bajo la denominación EMW tras el conflicto.

Evolución y variantes del modelo

El BMW 327 debutó en 1937, y el 327/28, su versión potenciada, fue presentado en 1938 para satisfacer la demanda de mayores prestaciones. Ambos compartían rasgos estructurales con el 326, aunque afinados para un uso más deportivo y exclusivo. Del 327/28 se fabricaron apenas 559 ejemplares cabriolet dentro de una producción total de menos de 1.124 327 (incluyendo la variante 327/55 de 55 CV). El 327/28 recibió el propulsor de 80 CV del 328, haciéndolo inmediatamente reconocible para los más entendidos por detalles como las tuercas de las ruedas tipo 'centrador de mariposa'. Tras su producción en BMW, la fábrica de Eisenach retomó el ensamblaje bajo la marca EMW tras la guerra, expandiendo aún más su leyenda.

Particularidades del BMW 327/28

El BMW 327/28 se distingue por su motor de seis cilindros en línea de 2 litros y 80 CV, exactamente el mismo que equipaba el 328 de competición, alimentado por tres carburadores Solex y famoso por su suavidad y robustez. El chasis presentaba soluciones de ingeniería adelantadas a su tiempo, como la suspensión delantera independiente sobre ballestas transversales y la trasera con eje rígido y muelles longitudinales. Estéticamente, la línea tipo "streamline" no solo era llamativa sino también funcional, y tanto el cabriolet como el coupé lucían detalles exclusivos: ventanillas accionadas a manivela, tablero con instrumentación redonda y relojería opcional, asientos de cuero y techos sólidos tanto abiertos como cerrados. Aproximadamente solo 559 unidades cabriolet y 86 coupés del 327/28 salieron de fábrica, situando su rareza y exclusividad en la cima de la gama clásica de BMW.

Datos técnicos

Ediciones especiales y modelos de colección

No existieron ediciones limitadas oficiales, pero las variantes británicas con insignias Frazer-Nash (importadas en Reino Unido) cuentan hoy con mucha atención. Además, algunas unidades conservan certificados BMW 'Mobile Tradition', documentación original y detalles de lujo únicos, elevando su coleccionabilidad. El coupé, con apenas 86 ejemplares fabricados, es aún más exclusivo y muy buscado por los conocedores.

Motor, transmisión y comportamiento dinámico

La experiencia al volante del 327/28 es inconfundible: el seis cilindros longitudinal ofrece respuesta suave y progresiva, sin vibraciones ni ruidos mecánicos intrusivos. La dirección requiere firmeza pero es precisa, mientras la suspensión filtra las irregularidades pese a su filosofía deportiva. El cambio manual, de cuatro marchas, puede presentar cierta dureza en frío según el estado del sistema de sincronización. Muchas unidades han recibido transmisiones de Volvo como mejora. El sistema de frenos hidráulicos ha sido, en muchos casos, mejorado a frenos de doble leva con tambores reforzados, incrementando la capacidad de frenada para uso moderno. El coche es plenamente apto para recorridos largos, manteniendo estabilidad y confort de marcha. Entre los modelos destacados, el cabriolet de 1938-1940 equipado con el motor 328 es el más valorado, especialmente si conserva la configuración y accesorios originales. El coupé de tirada ultrarreducida representa el pináculo para coleccionistas puristas.

Diseño, interior y opciones de equipamiento

Diseñado bajo la influencia de la aerodinámica de finales de los años 30, el BMW 327/28 es reconocible por su frontal afilado, la parrilla esculpida y el parabrisas dividido. Los colores de fábrica más buscados son combinación negra/roja, beige/azul marino y el clásico verde oscuro con tapicerías a juego en cuero natural. El interior, elegante pero funcional, cuenta con detalles en madera, mandos cromados y un salpicadero con instrumentos de alta calidad, incluyendo relojes originales y en algunos casos relojes de plata. Los asientos de cuero se mantienen cómodos incluso en largas travesías. Entre los extras más valiosos, destacan la capota de accionamiento sólido y accesorios de época como radios originales, relojes, y manuales históricos. Las llantas con tuercas 'mariposa' refuerzan la identidad deportiva.

Información adicional relevante

El 327/28 vio muchas de sus unidades exportadas tras 1945 a mercados como Estados Unidos, Escandinavia y Reino Unido, algunos con insignias específicas (Frazer-Nash). Hoy existen manuales históricos, material publicitario original y certificados de autenticidad usados para certificar la procedencia y el estado de conservación. Se han documentado restauraciones tanto a especificación original como con mejoras técnicas para adaptabilidad a la circulación moderna (por ejemplo, electrificación de 6V a 12V o actualización de neumáticos y sistemas eléctricos).

Resumen

El BMW 327/28 representa lo más selecto y técnico de la producción alemana prebélica, combinando el refinamiento de un turismo deportivo de cuatro plazas con el motor más avanzado de la marca en esa época. La baja producción, su embalaje técnico de vanguardia y la exclusividad estética de cada ejemplar garantizan su sitial en la historia del automóvil clásico, siendo celebrado tanto en colecciones privadas como en eventos internacionales de clásicos. Hoy, un 327/28 bien conservado es una referencia absoluta en diseño, ingeniería y rareza dentro del segmento de los grandes clásicos europeos.