Honda Concerto: Coches clásicos a la venta

Historia del Honda Concerto

El Honda Concerto nació de la colaboración entre Honda y el Austin Rover Group, partiendo de la necesidad de crear un vehículo con sabor europeo a finales de los años 80. Presentado en Japón en junio de 1988 y en Europa en octubre de 1989, este modelo fue el sucesor del Honda Ballade de segunda generación. Todas las unidades japonesas se vendieron exclusivamente en los concesionarios Honda Clio, demostrando el enfoque simultáneo en mercados locales y globales. La producción japonesa terminó en 1992, mientras que la británica continuó hasta 1995, reflejando el éxito de esta colaboración intercontinental.

Evolución y variantes del modelo Concerto

El Honda Concerto sustituye directamente al Honda Ballade de segunda generación y coexistió durante un periodo con otros compactos clave de la marca, como el Civic de especificación europea. No existieron generaciones posteriores bajo el mismo nombre, ya que la filosofía del Concerto fue absorbida en modelos sucesores y plataformas compartidas. En el Reino Unido, la fabricación conjunta con el Austin Rover Group permitió modular carrocerías y opciones, adaptando el Concerto a las demandas locales.

Puntos destacados del Honda Concerto

El Concerto es conocido por su robusta fiabilidad mecánica, una puesta a punto enfocada al confort sobre carreteras europeas y una polivalencia que se refleja tanto en versiones sedán como hatchback. Este modelo fue pionero en la colaboración tecnológica entre Honda y fabricantes europeos. Su posicionamiento en el mercado lo convirtió en la referencia de Honda en compactos durante su producción. El acceso a mecánicas eficientes y buen nivel de acabados lo hacen destacar frente a sus contemporáneos.

Datos técnicos del Honda Concerto

Ediciones especiales y versiones destacadas

No se documentan ediciones limitadas oficialmente reconocidas para el Honda Concerto. Sin embargo, en ciertos mercados europeos, versiones con equipamientos exclusivos o combinaciones de color específicas pueden encontrarse, reflejando adaptaciones a gustos locales o pequeñas series especiales.

Mantenimiento y longevidad

El Honda Concerto destaca por su mantenimiento sencillo gracias a una ingeniería accesible. Las mecánicas de baja cilindrada y la ausencia de elementos electrónicos complicados favorecen revisiones económicas. Repuestos mecánicos suelen estar disponibles por la compatibilidad con otros modelos Honda fabricados en la misma época. Sin embargo, la disponibilidad de piezas específicas de carrocería puede requerir búsqueda en especialistas debido al tiempo transcurrido desde su producción.

Motor, transmisión y comportamiento en carretera

El motor del Honda Concerto es célebre por su suavidad y fiabilidad prolongada. Las versiones de 1.6 litros ofrecen un punto de equilibrio entre consumo contenido y prestaciones suficientes para uso urbano y carretera. El comportamiento destaca por su suspensión confortable y una dirección precisa, diseñada para ajustarse a carreteras europeas. El cambio manual de cinco marchas es preciso, típico en Honda, mientras que el automático, aunque menos habitual, responde bien para un uso tranquilo. Los modelos 1.6 i-16V son los más apreciados por los entusiastas gracias a su propulsor más potente y su equipamiento superior, manteniendo siempre la esencia práctica y discreta del Concerto.

Diseño interior, exterior y confort

El diseño del Honda Concerto fue claramente europeo, con líneas sobrias pero actuales para su época. Materiales textiles duraderos dominan el interior, pensado más en la funcionalidad que en el exceso estético. Algunas versiones altas incluyen detalles en madera o tapizados específicos. En el exterior, destaca la opción de carrocería hatchback o sedán, con faros rectangulares y un frontal limpio. Las opciones de color siguieron las tendencias finales de los 80 y primeros 90, predominando tonos grises, azules y burdeos. Entre los accesorios destacaban los techos solares eléctricos y el aire acondicionado en versiones superiores.

Otras características relevantes

El Concerto se beneficia de una estructura pensada para la seguridad pasiva superior a la media de su segmento en la época. Su colaboración anglo-japonesa se manifiesta en detalles de acabado y solidez estructural. Algunas unidades pueden presentar especificaciones particulares para mercados como el japonés, con pequeños matices en equipamiento.

Resumen

El Honda Concerto sobresale por su enfoque europeo, su fiabilidad técnica y la singularidad que suponen las colaboraciones entre constructores en los años 80 y 90. Sencillo de mantener, con variedad de versiones y una presencia singular en el mercado clásico, el Concerto es una opción sensata para quien busca algo diferente entre los compactos clásicos japoneses.