Citroën M35 coches clásicos en venta

Historia e introducción del Citroën M35

El Citroën M35 fue una experiencia audaz por parte de Citroën en el periodo de transición de finales de los años 60. Entre 1969 y 1971, la firma francesa fabricó este coupé derivado del Ami 8, utilizando carrocerías producidas por el carrocero Heuliez. Nació como un laboratorio rodante, pensado para clientes seleccionados que aportarían datos y comentarios sobre el motor rotativo Wankel y la suspensión hidroneumática en aplicaciones reales. Citroën apostaba por una combinación técnica inusual en su gama, arrancando la producción del M35 en pequeñas cantidades para un público privilegiado. Su presencia en las carreteras supuso un salto tecnológico respecto al resto de la oferta del fabricante.

Evolución del modelo

El M35 no tuvo predecesor directo y representó un paréntesis experimental dentro de la historia de Citroën. Basado en el chasis y diseño del Ami 8 pero con avances significativos en el apartado mecánico, el M35 no vio continuación específica: la experiencia obtenida ayudó a sentar las bases para la posterior llegada del Citroën GS Birotor, otro modelo con motor rotativo. Citroën utilizó la retroalimentación de los privilegiados conductores de M35 para moldear decisiones técnicas que marcarían la década siguiente.

Particularidades y datos destacados

El Citroën M35 sorprende por un conjunto de soluciones técnicas poco convencionales: motor rotativo Wankel, suspensión hidroneumática y una carrocería diseñada a medida por Heuliez. Aunque deriva del Ami 8, el M35 se aparta radicalmente de cualquier otro Citroën de su época, funcionando como banco de pruebas sobre ruedas. Historias de usuarios seleccionados, con número de unidad marcado en el guardabarros, aumentan su atractivo para los entusiastas.

Datos técnicos del Citroën M35

Ediciones especiales y modelos de colección

Cada M35 salió de fábrica numerado y dirigido a 'clientes piloto' especialmente seleccionados, lo que convierte a todos los ejemplares en piezas únicas dentro de una serie muy limitada fabricada por Heuliez. La exclusividad de la producción y la metodología de venta del modelo son, en sí mismas, una edición especial.

Motor, prestaciones y dinámica de conducción

El corazón del M35 es el motor rotativo Wankel, una rareza en el catálogo de Citroën. La combinación con suspensión hidroneumática le confiere un comportamiento de marcha singular, poco convencional incluso para los estándares de la marca. La potencia, modesta en cifras pero capaz de ofrecer sensaciones de suavidad gracias a la eliminación de vibraciones típicas de otros motores. Los avances técnicos convierten su mantenimiento y puesta a punto en tareas para especialistas conocedores de la tecnología Wankel y la hidráulica Citroën. La serie M35 es homogénea, al no haber variantes destacadas más allá de los escasos números de cada ejemplar producido.

Diseño exterior, interior y detalles especiales

Heuliez fue el responsable de dotar al M35 de una carrocería coupé diferenciada y lo suficientemente exclusiva como para distinguirlo de sus hermanos del Ami 8. El interior seguía la sobriedad propia de Citroën de la época, aunque adaptado al entorno experimental, incluyendo indicadores específicos para el motor Wankel. El guardabarros delantero lucía el número de unidad asignado, detalle que resaltaba la individualidad de cada M35. En cuestiones de acabado, materiales y colores, Citroën apostó por la funcionalidad sobre el lujo, pero sin descuidar el sello de innovación característico de la marca.

Resumen

El Citroën M35 representa un capítulo singular en la historia automovilística europea: un coupé de experimentación avanzada, producido en cifras mínimas y dotado de soluciones como el motor rotativo y la suspensión hidroneumática. Su exclusividad y singularidad técnica lo separan de cualquier otro Citroën, siendo referencia para entendidos en modelos históricos innovadores.