Ford Escort coches clásicos en venta

Historia del Ford Escort

El Ford Escort fue introducido en 1968 de manera simultánea por Ford Alemania y Ford Gran Bretaña como alternativa directa al Opel Kadett y Vauxhall Viva, así como competidor del VW Käfer y el Golf. Destacaba por un diseño compacto y funcional, y se fabricó en siete generaciones, cada una con mejoras técnicas y estéticas. La primera generación (1968–1974) se distingue por el popular apodo 'Hundeknochen' en Alemania debido a su parrilla característica y se fabricó en Halewood (UK) con gran acogida, logrando la producción de 100.000 unidades apenas meses después de su lanzamiento. La producción se expandió gracias a la introducción de la dirección a la izquierda, haciendo viable su comercialización en Europa continental y mercados clave como Bélgica y Alemania. La gama fue ampliada gradualmente con versiones deportivas (GT, Twin Cam y Rally Sport) y mayor diversidad de carrocerías. En 1980 apareció la tercera generación con grandes cambios como la tracción delantera, motorizaciones diésel y carrocería hatchback, reflejando la evolución tecnológica y la demanda europea de compactos versátiles y eficientes.

Evolución y generaciones del Ford Escort

Tras la primera generación, la Serie II (1974–1980) mantuvo la propulsión trasera y la esencia del diseño original, añadiendo mejoras técnicas y estéticas. Fue la última con tracción trasera antes del gran salto con la Serie III (1980–1986), que introdujo la tracción delantera y una gama ampliada de motorizaciones incluyendo diésel. La Serie IV (1986–1990) incorporó líneas más aerodinámicas y avances en equipamientos de seguridad y confort. La quinta generación (1990–1995) ofreció una gama de motores desde los 44 hasta 162 kW, integrando ya de forma plena las versiones deportivas homologadas para rallies (RS y Cosworth). Las Series VI (1995) y VII (1995–2000) supusieron la última actualización antes de la sustitución definitiva por el Ford Focus en 2000. El Escort se comercializó en carrocerías sedán, familiar, cabriolet y deportivas, en variantes adaptadas a los distintos mercados europeos y de exportación.

Características destacadas y presencia en el mercado

El Ford Escort se caracteriza por su enorme versatilidad constructiva: disponible en versiones berlina, familiar, cabriolet y con múltiples niveles de equipamiento, cumplió funciones tanto de coche familiar como de base para competiciones. Los modelos deportivos como el RS1600, RS2000, RS Turbo y RS Cosworth gozaron de reconocimiento en rally, siendo auténticas máquinas de homologación para grupos 2, 4 y A, con tecnologías avanzadas como motores Cosworth, tracción total y elementos diferenciadores como el alerón trasero “whale tail”. En la oferta destacaron paquetes opcionales y equipamientos de seguridad y confort avanzados en su época, como cierre centralizado, elevalunas eléctricos y techo solar.

En la oferta actual del mercado, la Serie I representa el 26,7% de los anuncios activos de Escort, siendo la más abundante en inventario. Le siguen la Serie II (16,6%) y las Series V y IV, con un peso similar en torno al 15%. En demanda, la Serie I acapara el 35,4% de las visitas a anuncios, reflejando el gran interés por las primeras generaciones entre coleccionistas y entusiastas, mientras la Serie II mantiene el 20,5%.

Datos técnicos del Ford Escort

Ediciones especiales y modelos coleccionables

Las variantes RS, como RS1600, RS2000 y especialmente el RS Cosworth (7.145 unidades fabricadas), son consideradas ediciones especiales debido a sus especificaciones orientadas a la competición, motores Cosworth, tracción total y diseño diferenciado (alerón de gran tamaño, ensanchamientos, tomas de aire). El XR3/XR3i y México, producido en honor al triunfo en la London-Mexico Rally, figuran también entre las versiones más valoradas. Las versiones cabriolet (muchas de ellas desarrolladas en colaboración con Karmann) ocupan un nicho especial por su reforzamiento estructural y exclusividad en el segmento. Existen también series limitadas como la Laser y diversas ediciones 'University' lanzadas hacia el final de su vida comercial.

Motor, comportamiento y manejo

Las primeras series del Escort ofrecían una configuración sencilla, eficaz y fácilmente mantenible, con motores 4 cilindros de baja cilindrada y sencillo acceso mecánico. Las versiones deportivas emplearon bloques evolucionados como el Cosworth BDA y el YBT turboalimentado, alcanzando potencias significativamente superiores al estándar de su segmento.

En competición y uso deportivo, la respuesta del chasis, su ligereza y el equilibrio de suspensiones delanteras tipo McPherson y eje trasero rígido (en las series I–II), o el diseño hatchback y disposición de suspensiones independientes en generaciones posteriores, les conferían agilidad fuera del asfalto. La dirección por cremallera y la transmisión manual de recorridos directos contribuyeron a la reputación del Escort en rally y circuitos. En versiones de calle, su manejo es equilibrado, con buena visibilidad y confort adecuado para viajes largos, las versiones de altas prestaciones ofrecen una aceleración contundente gracias a los motores turbo y la tracción total.

Modelos destacados:

1. RS Cosworth: 2.0 turbo, 220 CV, tracción total, motor YBT, desarrollado para rally.
2. RS2000: 2.0 litros, distintivo por su comportamiento deportivo en carretera y competición.
3. XR3i Cabriolet/Karmann: Alternativa deportiva descapotable, combinación de prestaciones y carisma estético.
4. Mexico: Homologación especial, celebrado por su trayectoria en rally y exclusividad. RS Cosworth, RS2000, XR3i Cabriolet, Mexico.

Diseño, interior y equipamiento

El Ford Escort fue evolucionando en diseño y elementos distintivos en cada generación. Las primeras series se reconocen por su parrilla frontal rectangular ('hundeknochen'), líneas simples y habitáculos espacioso pese a la longitud contenida. Los modelos posteriores destacaron por ángulos más aerodinámicos, lunetas de mayor superficie y variantes cabriolet (Karmann) reforzadas. Entre los detalles más apreciados se encuentran los asientos deportivos Recaro (en versiones RS y XR), instrumentación adicional (indicadores de presión, voltímetro y turbo), detalles cromados y acabados en series especiales.

Las opciones de equipamiento incorporaban desde radios con distintas configuraciones, techo solar, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, hasta relojería digital y limpiaparabrisas con intervalos. Elementos únicos como los alerones de gran tamaño, kits de ensanche o faros auxiliares (Cibie, Hella, Lucas) están presentes en variantes deportivas y orientadas al rally. Los acabados interiores combinaban materiales clásicos y tapicería en tela resistente o cuero en versiones superiores.

Otros aspectos relevantes

Debido al enfoque modular en el diseño de Ford, gran número de componentes mecánicos del Escort son intercambiables con otros modelos de la marca (como el Ford Sierra), lo que facilita la personalización y el mantenimiento. Existen clubs especializados y una activa comunidad entusiasta, especialmente para las versiones RS y Cosworth. En mercados claves como Reino Unido, Alemania, España y Sudáfrica, el Escort se adaptó a normativas y preferencias locales, lo que explica la gran variedad de versiones, motores y carrocerías vistas actualmente en circulación y en restauraciones.

Resumen

El Ford Escort, producido durante más de tres décadas, se consolidó como una referencia del segmento compacto en Europa por su variedad de versiones, equipamientos y su legendaria participación en el mundo del rally. Sus primeras series acaparan el mayor interés de aficionados y coleccionistas, destacando entre los compactos clásicos tanto en ventas como en búsquedas, según datos actuales. La oferta va desde utilitarios sencillos hasta auténticos coches de carreras homologados para la calle, como los RS y Cosworth. Su fácil mantenimiento, numerosas variantes y la habilidad para adaptarse a gustos y necesidades hacen del Ford Escort una opción destacada para quienes buscan un coche clásico con historia y fuerte carácter.