Opel Speedster coches clásicos en venta

Historia del Opel Speedster

El Opel Speedster vio la luz como resultado de una colaboración entre Opel y Lotus. Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1999, su producción empezó en julio de 2000 en la planta de Lotus en Hethel. La idea era crear un deportivo radical dentro de la gama Opel, alejado del confort habitual de la marca, para ofrecer sensaciones de conducción puras gracias a su motor central, chasis ligero y total ausencia de lujos innecesarios.

Evolución del modelo Speedster

El Speedster no tuvo un antecesor directo en la historia de Opel: fue la respuesta de la marca a la tendencia de roadsters deportivos ligeros, marcada por modelos como el Lotus Elise. Producción finalizó en 2005 y no hubo un sucesor directo, consolidando su estatus como una rareza dentro de la gama. Durante su vida comercial, estuvo disponible en versiones atmosféricas y turboalimentadas, cada una con su propio carácter y mejoras en prestaciones.

Aspectos destacados y estadísticas del Opel Speedster

El Speedster llama la atención por su filosofía de minimizar peso: sin servodirección, algunos sin asistente de freno, y con materiales ligeros en toda la estructura. Su colaboración con Lotus asegura un chasis altamente comunicativo. Mecánicamente, el motor central y la disposición biplaza garantizan equilibrio dinámico y sensaciones directas. El diseño targa es otra seña de identidad, ofreciendo conducción al aire libre con rigidez estructural.

Datos técnicos del Opel Speedster

Ediciones especiales y versiones de interés

Entre los Speedster, las versiones Turbo destacan por su potencia superior y aceleración mejorada respecto a los atmosféricos. Además, existen tiradas limitadas con acabados o equipamiento específico que añaden aún más carácter exclusivo, codiciados por los coleccionistas y entusiastas del modelo.

Puntos débiles y problemas comunes

El Speedster adolece de varias debilidades conocidas.

• Calidad y ajustes: Problemas de montaje afectan a elementos como la mecánica de ventanas y puertas, que pueden vibrar o desajustarse, especialmente tras uso intensivo o carreteras irregulares.
• Frenos y ABS: El sistema ABS puede fallar y hay reportes de endurecimiento del pedal al frenar fuerte en curva. La combinación de neumáticos delanteros estrechos y traseros anchos propicia subviraje, con tendencia a sobrevirar en el límite.
• Motor: En unidades fabricadas antes de marzo de 2002, la cadena de distribución es especialmente propensa a fallos, capaces de causar daños importantes si no se atiende a tiempo.
• Carrocería e interior: La capota puede no ser estanca y conseguir recambios de carrocería o interiores puede ser costoso. Personas altas encontrarán dificultades de acceso y comodidad, especialmente por debajo del umbral de 1,85 m de estatura.

Al considerar la compra, es imprescindible revisar estos puntos, ya que su corrección puede ser compleja y cara.

Motor, comportamiento y conducción

El Speedster prioriza ligereza y puesta a punto deportiva. Su motor central y suspensión firmemente ajustada transmiten el estado de cualquier asfalto directamente al conductor. Faltan ayudas electrónicas como dirección asistida o, en algunas versiones, servofreno, por lo que la experiencia es analógica y muy comunicativa. El reparto de pesos y el bajo peso total permiten una agilidad excepcional, pero requieren manos expertas para aprovechar su potencial.

Sin embargo, la geometría de dirección y los distintos anchos de vía propician subviraje inicial, seguido de una tendencia a sobrevirar al límite. La versión Turbo, más potente, añade dosis extra de adrenalina y pone a prueba el control del conductor. - Speedster 2.2: Base, 147 CV, motor atmosférico, equilibrio entre fiabilidad y placer de conducción.

• Speedster Turbo: 200 CV, aceleración contundente y carácter extremo, muy valorado por amantes de la velocidad.

Diseño, interior y detalles únicos

El diseño exterior lo firma el equipo de Opel con fuerte influencia británica gracias a Lotus. El material predominante es la fibra de vidrio sobre chasis de aluminio, reduciendo peso al mínimo. El interior es minimalista, orientado al conductor, con instrumentos claros y una ausencia deliberada de elementos de confort, reforzando el carácter purista. Los colores suelen ser vibrantes y exclusivos; algunas unidades cuentan con paquetes de accesorios como llantas especiales, asientos deportivos y tapicerías de materiales técnicos. La capota targa aporta rigidez y permite conducción al aire libre.

Otros detalles de interés

El Speedster fue producido tanto en versión para volante a la izquierda como a la derecha, incrementando su atractivo internacional. Las piezas compartidas con Lotus pueden ayudar en el mantenimiento, aunque la disponibilidad de algunos recambios es compleja y costosa. Su posición como excentricidad dentro de Opel y su limitado volumen de producción lo convierten en tema frecuente en foros de aficionados al motor.

Resumen

El Opel Speedster destaca dentro del universo de deportivos clásicos como una rareza enfocada en sensaciones puras de conducción. Su desarrollo conjunto con Lotus, su producción limitada y su filosofía radical en pos del dinamismo lo diferencian claramente. Si buscas un vehículo ligero, sin concesiones y dispuesto a sacrificar el confort por la deportividad más estricta, el Speedster merece especial atención.