Dodge 400 coches clásicos en venta
El Dodge 400, producido durante solo dos años a principios de los 80, ofrece una mirada única al mercado estadounidense de berlinas de tamaño medio, con carrocerías que van desde coupé y sedán hasta descapotable. Sus líneas rectas y enfoque sin adornos lo hacen destacar como un emblema del diseño americano de la era Reagan.
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1982 | Dodge 400
1983 | Dodge 400
Weißes Cabriolet, US Import, in gutem Zustand, Ideal für den Sommer
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Crear anuncioHistoria del Dodge 400
El Dodge 400 debutó en 1982, en plena efervescencia del contexto histórico estadounidense. Este modelo surgió como una alternativa más refinada al popular Dodge Aries y como sucesor indirecto del Dodge Challenger de los setenta. Su desarrollo se apoyó en la plataforma 'Super K', una evolución de los conocidos vehículos K-cars de Chrysler. El 400 intentó capitalizar el atractivo de una berlina cómoda y accesible, pero el mercado lo recibió con tibieza y pronto fue absorbido por la gama Dodge 600 en 1984.
Evolución de la gama Dodge 400
El Dodge 400 se ofreció como coupé de dos puertas, sedán de cuatro puertas y cabriolet, apuntando a una diversidad de clientes. Su vida fue breve: sólo se fabricó entre 1982 y 1983. Tras su corta andadura, la gama fue absorbida y continuada por el Dodge 600, un modelo que perfeccionó la fórmula y tuvo mayor aceptación. Antes del 400, la referencia deportiva era el Dodge Challenger, mientras que el Aries competía en la clase económica.
Características y cifras destacadas
El Dodge 400 llama la atención por su variedad de carrocerías y su propuesta de motorizaciones: un 2.2 litros y un 2.6 litros de cuatro cilindros, ambos combinados con una clásica caja automática de 3 marchas. El modelo LS, única edición especial, incorporaba acabados exteriores exclusivos. Su producción se limitó a unos 57.000 ejemplares, y pese a su escasa vida comercial, hoy encuentra su lugar entre coleccionistas atraídos por su diseño auténticamente ochentero.
Datos técnicos principales del Dodge 400
Ediciones especiales y versiones de colección
El Dodge 400 LS es la única variante destacada, diferenciándose por detalles cromados y molduras pulidas en la parte inferior de la carrocería. No hubo más versiones limitadas ni mecánicas únicas, lo que hace que los LS bien conservados sean de especial interés entre entusiastas.
Motor, transmisión y comportamiento dinámico
El Dodge 400 dispone de motores de cuatro cilindros, 2.2 y 2.6 litros, ambos enfocados hacia la eficiencia y fiabilidad más que al rendimiento deportivo. De serie equipaba una transmisión automática de tres velocidades, típica de la época. En carretera, el modelo busca el confort sobre el dinamismo, con una suspensión adaptada para el público estadounidense. El cabrio destaca por su rigidez estructural en comparación con otros descapotables económicos de esos años. El modelo cabriolet es uno de los más demandados por quienes buscan disfrutar del estilo ochentero con conducción al aire libre, mientras que la variante LS es codiciada por su acabado exterior exclusivo.
Diseño, confort y equipamiento del Dodge 400
El Dodge 400 se caracteriza por una silueta rectilínea, un capó alargado y un diseño frontal afilado que refleja la sobriedad estadounidense de principios de los 80. El interior ofrece amplias plazas, instrumentos de fácil lectura y tapicerías sobrias. Elementos de diseño exclusivos del LS incluyen molduras cromadas inferiores y detalles pulidos. La opción descapotable añade una capa extra de distinción al modelo. Los colores y materiales son fácilmente identificables con la época, predominando los tonos neutros y tejidos resistentes.
Otros aspectos relevantes del Dodge 400
El Dodge 400 comparte muchas de sus piezas mecánicas con otros modelos de Chrysler del periodo, lo que puede facilitar el mantenimiento y la búsqueda de recambios entre entusiastas y restauradores. Su posición dentro de la familia K-cars refuerza su valor como pieza histórica de la estrategia industrial de Chrysler en los años 80.
Resumen sobre el Dodge 400
El Dodge 400 representa uno de los episodios más interesantes de la industria automovilística estadounidense de comienzos de los 80, marcando el paso de los muscle cars a las berlinas prácticas y racionales. Su escasa producción, versiones limitadas y diseño inconfundible lo convierten en un candidato apreciado entre los aficionados al automóvil clásico estadounidense.