MG L-Type coches clásicos en venta
El MG L-Type, producido entre 1933 y 1934, es uno de los deportivos clásicos británicos más identificables por su mecánica robusta, su presencia en competiciones de la época y sus dos variantes principales, L1 y L2. Se trata de un modelo con motor de seis cilindros, diseñado para ofrecer una experiencia de conducción deportiva y elegante que atrae tanto a coleccionistas como a entusiastas de las restauraciones impecables.
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1934 | MG L1 Magna
1934 MG L-Type Magna Roadster '34
Historia e introducción del MG L-Type
El MG L-Type llega al mercado en 1933 como sucesor directo del F-Type. Fue concebido como un deportivo biplaza, portando una versión más ligera del motor de seis cilindros con árbol de levas en cabeza, previamente visto en modelos como el MG F-Type y el Wolseley Hornet. El bloque, de 1086 cm³, entregaba aproximadamente 41 CV y estaba asociado a un cambio manual de cuatro velocidades sin sincronización. Durante su breve período de producción en 1933 y 1934 se fabricaron en total 576 unidades. El L-Type también se destacó en rallyes y pruebas deportivas como el Alpine Trial de 1933 y eventos en Brooklands, afianzando la imagen deportiva de MG en la década de los 30.
Historial de la gama MG L-Type
El MG L-Type sucedió al F-Type y fue reemplazado por el N-Type en 1934. Dentro de la gama, se diferencian dos variantes principales: el L1, disponible en versión coupé, salonette y roadster de cuatro plazas, y el L2 Magna, un roadster biplaza enfocado en la deportividad pura. El L1 vio la producción de 486 unidades, mientras que el L2 sumó 90 ejemplares adicionales. La carrocería estuvo firmada, entre otros, por el carrocero Abbey. El L-Type fue pensado para acercar un deportivo refinado a un público más amplio, marcando una transición entre los MG puros de competición y los más civilizados de uso cotidiano.
Características destacadas del MG L-Type
El MG L-Type sobresale por su combinación de motor de seis cilindros OHC compacto y un chasis evolucionado del K-Type, optimizado para mejor estabilidad y manejo. Sus frenos de tambor en ambas ejes, con transmisión por cable y diámetro de 300 mm, están tomados de la experiencia en competición del J-Type. La gama ofrecía detalles sofisticados como carrocerías bicolores, techo corredizo con entradas de luz y acabados en cuero y madera, atributos difíciles de encontrar en deportivos de esa época. El L-Type cuenta además con homologación para numerosos eventos de clásicos y un archivo documental extenso y valorado entre los coleccionistas.
Datos técnicos
Ediciones especiales y modelos de colección
Dentro de la producción limitada del L-Type, destaca el L1 Continental Coupé, fabricado en poco más de 100 unidades, que fue menos apreciado en el mercado de origen pero hoy resulta especialmente buscado por su rareza y su acabado bicolor. Las versiones L2 Magna Roadster también tienen relevancia en los círculos de competición histórica por su ligereza y dinamismo.
Motor, conducción y comportamiento en carretera
El motor de seis cilindros del MG L-Type ofrece una entrega suave y lineal, con un rendimiento óptimo especialmente en aceleración moderada, aprovechando su bajo peso y reparto equilibrado. Su transmisión manual de cuatro marchas exige precisión y destreza, ya que no dispone de sincronización. Los frenos de tambor, eficaces para su tiempo, necesitan revisiones periódicas y una afinación precisa, pero aseguran el control en carretera y en uso deportivo regulado. Entre los más destacados, sobresale el L1 Salonette por su mezcla de elegancia y versatilidad, y el L2 Magna Roadster, preferido por los entusiastas de la conducción deportiva debido a su carrocería ligera y maniobrabilidad superior.
Interior, confort y diseño exterior
El diseño exterior del MG L-Type, con líneas limpias acentuadas por detalles cromados y combinaciones de pintura a dos tonos, refleja el refinamiento británico de la época. El habitáculo acoge a sus ocupantes con asientos de cuero auténtico, inserciones en madera y un cuadro de instrumentación clásico. Entre los accesorios originales destacan el techo corredizo con entradas de luz y la availability de juegos de herramientas y maletas a medida, ideadas para complementar la experiencia de conducción.
Otros aspectos relevantes
Muchos MG L-Type en circulación están documentados con archivos históricos completos y certificados, facilitando la trazabilidad y autenticidad para coleccionistas estrictos. Además, existen piezas de recambio y servicios de restauración especializados que permiten mantener la originalidad y valor del vehículo.
Resumen
El MG L-Type, con su escasa producción, configuración técnica centrada en el placer de conducción y aura deportiva, representa una pieza imprescindible para aficionados a los deportivos británicos de preguerra. Su presencia en eventos, combinada con la posibilidad de restauraciones fieles y abundante documentación, lo convierten en una elección relevante para quienes buscan autenticidad y exclusividad en coches clásicos.
