BMW 315 coches clásicos en venta
El BMW 315 marcó un antes y un después en la historia de la marca bávara, representando un paso adelante en tecnología de motores y diseño, y posicionándose como referencia en competición durante su producción entre 1934 y 1937. Sus versiones, desde berlinas hasta el exclusivo roadster 315/1, siguen atrayendo tanto a aficionados como a coleccionistas acérrimos.
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1934 | BMW 315/1 Sport
Original car

1934 | BMW 315/1 Sport
315/1 Roadster - 1 von 230
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1934 | BMW 315/1 Sport
BMW - 315 Cabriolet - 1934
1935 | BMW 315/1 Sport
1934 | BMW 315
BMW 315 Cabrio
1934 | BMW 315
1934 BMW 315 Cabriolet '34
1936 | BMW 315
Rare Body - Ready to Use and Enjoy
1934 | BMW 315/1 Sport
1934 BMW 315/1 Roadster
1935 | BMW 315/1 Sport
Frazer Nash
1935 | BMW 315/1 Sport
Beautiful prewar roadster
1934 | BMW 315/1 Sport
1936 | BMW 315/1 Sport
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Historia y evolución del BMW 315
El BMW 315 apareció en 1934 como sucesor directo del BMW 303, el primer modelo de la marca equipado con un motor de seis cilindros. Mientras hereda la base técnica y el célebre doble riñón en la parrilla frontal, el 315 incorpora una mecánica de 1,5 litros y refinamientos que mejoran su rendimiento y fiabilidad. Durante sus tres años de producción, el 315 no solo consolidó la reputación de BMW en la fabricación de automóviles con un perfil deportivo sino también práctico, fundamental para la imagen que la marca proyectaría en líneas futuras.
Evolución del modelo y sus variantes
Basado en la plataforma del 303, el BMW 315 utilizó una versión de mayor cilindrada del mismo motor de seis cilindros en línea. El ajuste del cigüeñal, que obligó a modificar la distancia entre cilindros, distingue técnicamente a este modelo. Entre 1934 y 1937 se fabricaron menos de 10.000 unidades, ofreciendo varias carrocerías: berlina de dos puertas, descapotables y el famoso roadster 315/1 para competición. El 315 fue reemplazado en la gama por el BMW 319, con un motor aún mayor, y algo más tarde absorbido en la línea de modelos evolucionados como el 329.
Aspectos destacados y estadísticas de BMW 315
El BMW 315 fue el primer vehículo de la marca en superar la barrera de los 100 km/h, una cifra significativa en la década de 1930. La versión 315/1 roadster, dirigida expresamente a competición, ofrecía una experiencia de conducción particularmente ágil y ligera. El BMW 315 logró varias victorias en pruebas deportivas de la época, extendiendo la fama deportiva de la marca al circuito internacional.
Datos técnicos del BMW 315
Ediciones especiales y modelos de coleccionista
El 315/1 roadster es la versión más exclusiva y deseada de la gama. Solo se produjeron 102 unidades de este deportivo entre 1934 y 1936, diseñado específicamente para la competición. Gracias a su carrocería ligera, mayor inclinación de los asientos y cubiertas aerodinámicas en las ruedas traseras, alcanzaba fácilmente los 120 km/h, logrando posiciones destacadas en casi todas las carreras alemanas de la época.
Puntos débiles y aspectos a vigilar en el BMW 315
Sin información detallada sobre puntos débiles concretos, es recomendable revisar el estado del motor de seis cilindros, posibles desgastes en la transmisión y verificar la integridad estructural de la carrocería, especialmente en versiones descapotables y roadster. El mantenimiento de componentes originales y la disponibilidad de repuestos específicos pueden requerir la intervención de especialistas en clásicos prebélicos.
Motor, prestaciones y comportamiento dinámico
El 315 se destacó en la época por ser el primer BMW capaz de alcanzar y superar los 100 km/h, un logro relevante para un turismo compacto de los años 30. Sus 34 CV proporcionaban una entrega de potencia suave y progresiva, ideal tanto para uso cotidiano como para un manejo más dinámico. El roadster 315/1 elevó estas prestaciones, gracias a sus 40 CV y peso reducido. La transmisión manual y la sencilla pero eficaz suspensión propiciaban un tacto de conducción directo, sin concesiones al confort moderno, pero compensado por la honestidad mecánica y el contacto puro con la carretera. Modelos destacados: BMW 315/1 Roadster (40 CV, más ligera y con prestaciones mejoradas), BMW 315 estándar (34 CV, versatilidad en configuración de carrocería).
Diseño, interior y acabados del BMW 315
El diseño del BMW 315 mantiene la armonía entre forma y función, siguiendo los trazos de la carrocería desarrollada inicialmente en el 303. El frontal incorpora la parrilla de doble riñón que se convertiría en seña de identidad de la marca. En el interior, los materiales y acabados reflejaban el estilo alemán de los años 30: minimalismo, robustez y practicidad. Aunque se ofrecía con diferentes configuraciones, las versiones deportivas destacaban por una posición de conducción más baja y asientos retrasados. Los modelos descapotables añadían sensación de amplitud y ligereza, mientras las variantes de competición integraban carenados para mejorar la aerodinámica, así como detalles en aluminio y otros materiales ligeros propios de los deportivos de preguerra.
Otros aspectos relevantes del BMW 315
El BMW 315 está intrínsecamente ligado a la historia deportiva de la marca. Su éxito en competiciones nacionales sentó las bases para la posterior dedicación de BMW a vehículos de alto rendimiento. Además, este modelo representa la transición tecnológica hacia motores de mayor cilindrada y el afianzamiento del diseño frontal que haría famosa a la marca.
Resumen sobre el BMW 315 clásico
El BMW 315 reúne el espíritu temprano de la marca en una propuesta mecánicamente innovadora para su tiempo. Su configuración de seis cilindros, posibilidades de carrocería y variantes deportivas como el 315/1 roadster lo convierten en un referente de la automoción alemana entre 1934 y 1937. Hoy mantiene el interés tanto de coleccionistas como de aficionados al automovilismo clásico, sobre todo por la singularidad de su diseño, sus cualidades deportivas y su vinculación directa a la evolución de BMW como fabricante.

