Renault Fuego clásicos en venta

Historia del Renault Fuego

El Renault Fuego nació en 1980 como sustituto de los coupés Renault 15 y 17, y se impuso rápidamente en el mercado europeo como un coupé deportivo de cuatro plazas. Su producción principal tuvo lugar en Francia, extendiéndose en España para Europa y más allá, hasta Argentina, donde siguió fabricándose hasta 1992. La clave de su éxito radicó en su avanzada aerodinámica (Cx de 0,32–0,35) y en una línea exterior diseñada por Michel Jardin, mientras que Robert Opron supervisó el diseño interior. El Fuego fue el coupé más vendido en Europa entre 1980 y 1982, y posicionó a Renault en el segmento de los deportivos de producción asequible. En EE.UU., se vendió a través de American Motors (AMC), ampliando aún más su alcance global.

Evolución de la gama Fuego

El Fuego reemplazó directamente a los Renault 15 y 17, y marcó una nueva era con su plataforma técnica derivada del Renault 18. La gama cubrió múltiples versiones, desde el TL con motor 1.4, los populares GTL, TS y GTS con 1.6 litros, a los potentes TX y GTX con motores de 2.0 litros. El modelo Turbo montó un bloque 1.6 turbo de altas prestaciones, mientras que el Turbo-Diesel lo posicionó como el diésel de serie más rápido de su época (180 km/h). El facelift de 1983 renovó tanto su imagen como el equipamiento interior, ajustando la oferta a las tendencias europeas y sudamericanas hasta el final de su producción.

Aspectos destacados

El Renault Fuego introdujo innovaciones absolutas en la automoción: fue el primer deportivo de serie probado en túnel de viento (aerodinámica líder), el primer coche en serie con radiocontrol para el cierre centralizado (PLIP a partir de 1982), y el primero en montar mandos remotos del audio en el volante (GTX y Turbo desde 1983). Su habitabilidad y la solidez de su chasis compartido con el Renault 18 son puntos fuertes. La versión Turbo Diesel puso a Renault a la cabeza en velocidad para motores diésel a inicios de los 80.

Datos técnicos

Ediciones especiales y modelos coleccionables

Las variantes destacadas incluyen el Fuego Turbo, caracterizado por su motor 1,6 turboalimentado y su equipamiento superior, así como el limitado Turbo Diesel, identificable por sus branquias adicionales y emblemas específicos. El GTX con motor 2,2 litros EFI, presente en algunos mercados, es también una rareza buscada por coleccionistas. Diferentes acabados y ediciones especiales en países sudamericanos resaltan por equipamientos diferenciados o combinaciones de color y tapicería.

Motorización, comportamiento y prestaciones

El Fuego optó por una gama de motores adaptada tanto a la conducción diaria como al uso deportivo: los gasolina de 1,4 a 2,2 litros mostraron suavidad y un empuje progresivo, con especial mención a los Turbo y GTX por su respuesta y elasticidad. La versión Turbo Diesel batió récords de velocidad en su categoría, proporcionando una alternativa económica y sorprendentemente eficaz para su tiempo. La sofisticada suspensión delantera y la tracción delantera privilegiaban el confort y la estabilidad a alta velocidad. Las cajas de cambio manuales y automáticas ofrecían soluciones para distintos perfiles de conductor. Entre las versiones más valoradas destacan el Fuego Turbo (por su motor turboalimentado de 1565 cm³), el Fuego GTX 2,2 EFI (por su potencia y equipamiento), y el Turbo Diesel (referente absoluto en velocidad para diésel de serie en la época).

Diseño, interior y acabados

La silueta del Fuego fue obra de Michel Jardin, con habitáculo diseñado por François Lampreia. El diseño fluido y perfilado mejoró el coeficiente aerodinámico, mientras que el interior moduló dos esquemas de color principales tras el restyling de 1983: sepia y gris ceniza. Elementos como el salpicadero digital, los mandos remotos al volante, accesorios PLIP y combinaciones exclusivas de tapicería y acabados diferenciaron las versiones. Llantas de aleación, alerones y ópticas rectangulares enmarcaron el carácter innovador del modelo. Así mismo, destacó por ofrecer equipamiento de confort avanzado y buena visibilidad para la época.

Otros aspectos relevantes

El Fuego fue distribuido en mercados clave como Europa, Sudamérica, Australia y EE.UU., con ajustes específicos a la demanda local. Su carácter multifacético y la disponibilidad tanto de motores gasolina como diésel ampliaron su público. Algunos ejemplares contaron con opciones poco habituales en la época como techo solar, aire acondicionado, ordenador de a bordo e incluso mandos por radiofrecuencia para el cierre centralizado.

Resumen

El Renault Fuego sobresale por su perfil deportivo, la calidad de sus soluciones técnicas y su papel pionero en la integración de tecnología automotriz durante los años ochenta. Su configuración flexible de motores, el planteamiento de diseño aerodinámico y una amplia variedad de versiones hacen del Fuego un clásico muy apreciado en el segmento de coupés deportivos compactos franceses.