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Mercedes-Benz 260 Oldtimer kaufen
El Mercedes-Benz 260 D (W 138) marcó un antes y un después, siendo uno de los primeros turismos diésel del mundo. Producido entre 1936 y 1940, su motor diésel de cuatro cilindros y su robusta construcción lo convierten en una referencia técnica única para su época. Descubre por qué el 260 D es tan valorado por los aficionados a la ingeniería clásica.
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Crear anuncioHistoria y evolución del Mercedes-Benz 260 D (W 138)
El Mercedes-Benz W 138, conocido como 260 D, se presentó en la Feria del Automóvil de Berlín en 1936 como derivación de las series 200/230. Su mayor hito fue incorporar el primer motor diésel en un automóvil de producción en serie, junto al Hanomag Rekord. Tras experimentar con motores de seis cilindros y tener problemas estructurales por vibraciones, Mercedes optó por un motor diésel de cuatro cilindros montado en carrocerías Pullman-Landaulet derivadas del 230. El modelo inicial, la ‘Nullserie’ (serie cero), se utilizó con gran éxito como taxi, demostrando la robustez y eficiencia del diésel para servicios intensivos. En 1937, el 260 D evolucionó y pudo encontrarse tanto en versiones taxi como en berlinas y cabriolets, extendiendo su alcance más allá del sector profesional hasta clientes particulares interesados en la eficiencia y la fiabilidad. La producción se interrumpió en 1940 debido a la guerra, y la vuelta del diésel de Mercedes solo se materializó tras la guerra con el 170 D en 1949.
Evolución del modelo y series sucesoras
El Mercedes-Benz 260 D (W 138) descendía del modelo 200/230 y fue pionero en la tecnología diésel de turismos. Tras la ‘Nullserie’, la segunda fase (1937-1940) usó el chasis del W 143 y permitió variantes más variadas en carrocería. El 260 D marcó la transición hacia modelos diésel posteriores, sirviendo de precursor al Mercedes-Benz 170 D que resucitaría la propulsión diésel en el fabricante tras la Segunda Guerra Mundial.
Particularidades y datos destacados del Mercedes-Benz 260 D
La innovación técnica más importante del 260 D fue su motor diésel OM 138 de 2,6 litros con 33 kW (45 CV), algo inédito en turismos hasta ese momento. La Nouvelle ‘Nullserie’ fue principalmente utilizada como taxi, mostrando la aptitud de la tecnología diésel en usos urbanos e intensivos. Otras características avanzadas para la época fueron la suspensión independiente en las cuatro ruedas y las frenos de tambor hidráulicos. El modelo estaba disponible tanto en versiones de cuatro puertas como en elegantes cabriolets y Pullman.
Datos técnicos
Sondermodelle y versiones especiales
El 260 D ‘Nullserie’ fabricado entre 1936 y 1937 destaca por su rareza y su particular uso como taxi. Los Pullman-Landaulet y versiones cabriolet, por su baja producción, son especialmente buscados entre los coleccionistas y entusiastas de la historia automovilística.
Puntos débiles y problemas habituales
No se han documentado debilidades específicas en la información disponible. Sin embargo, dada la avanzada edad de estos vehículos y su rareza, es fundamental revisar el estado del sistema de inyección diésel, la integridad estructural del bastidor y el funcionamiento de la frenada hidráulica antes de cualquier adquisición.
Motor, prestaciones y comportamiento en carretera
El propulsor diésel OM 138 de cuatro cilindros aunque modesto en potencia, es apreciado precisamente por su durabilidad y bajo consumo, una novedad años 30. La transmisión manual de 4 velocidades –con y sin Overdrive según versión– permite un uso relativamente ágil para un coche de su época. La velocidad máxima variaba entre 90 y 94 km/h, más que suficiente para los estándares de viaje previos a la Segunda Guerra Mundial. El 260 D estaba especialmente adaptado para recorridos urbanos prolongados, de ahí su éxito como taxi. Entre las variantes más valoradas se encuentran los Pullman-Landaulet Nullserie y los cabriolets de la última etapa del modelo, ambos por su rareza y singularidad técnica.
Interior, confort y diseño exterior
El diseño del Mercedes-Benz 260 D combina líneas clásicas de la época con un enfoque funcional, especialmente destacable en las versiones taxi ‘Nullserie’. Los Pullman-Landaulet y cabriolets presentan acabados más lujosos, con materiales nobles y un habitáculo espacioso. Los asientos tapizados en tejidos resistentes, el tablero de madera y detalles de metal pulido resaltan el carácter artesanal y exclusivo. Accesorios destacables incluyen separadores en versiones taxi, techos abiertos en los Landaulet y un enfoque especial en el confort para largos recorridos urbanos. El empleo de colores sobrios y acabados elegantes respondía al gusto alemán de los años 30.
Otros aspectos de interés
El 260 D resulta esencial para comprender la transición de Mercedes-Benz hacia la movilidad eficiente. Su papel pionero en la historia del automóvil diésel de pasajeros convierte cada unidad superviviente en un testimonio muy valioso del progreso tecnológico y de la historia industrial europea.
Resumen final
El Mercedes-Benz 260 D (W 138) representa el punto de partida del motor diésel en vehículos de turismo y marca un capítulo fundamental tanto en la historia de la marca como en la evolución de la movilidad eficiente. Su escasez y particular tecnología lo convierten en un objeto del máximo interés para aficionados del automóvil histórico alemán.