Allard K2 coches clásicos en venta
El Allard K2 representa la combinación única de ingeniería británica y potencia estadounidense en el panorama de los deportivos de los años 50. Fabricado en pequeñas cantidades, se ha convertido en una pieza distintiva para los conocedores del automovilismo histórico.
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1951 | Allard K2
Extensively restored in Belgium
Referencias de anuncios de "Allard K2" en Classic Trader
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1951 | Allard K2
Allard K2 Tourer Roadster Finished in attractive shade of Blue Le Mans, Ford flathead V8 from factory (standard), The K series - A pure racing machine with a more luxurious interior, Only 119 examples produced from 1949 to 1952,
1951 | Allard K2
Allard K2 Tourer Roadster Finished in attractive shade of Blue Le Mans, Ford flathead V8 from factory (standard), The K series - A pure racing machine with a more luxurious interior, Only 119 examples produced from 1949 to 1952,
1951 | Allard K2
New Engine & Gearbox - Originals Retained.
1950 | Allard K2
1950 Allard K2
1952 | Allard K2
1952 Allard K2 Special Roadster
1952 | Allard K2
Very rare roadster of the 50s
1948 | Allard K2
1948 Allard K2 '48
Historia e introducción del Allard K2
Allard nació en Londres tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Sydney Allard llevó su pasión por los deportivos a la producción en serie limitada. La empresa, activa entre 1945 y 1958, se especializaba en coches con carácter deportivo marcadamente británico, pero con la fuerza de los motores americanos. El K2, parte de esa filosofía, fue un roadster que mostró desde su debut en 1950 el enfoque radical de la pequeña marca hacia la deportividad sin concesiones. Pese a su corta vida, Allard dejó una profunda huella con menos de 2.000 coches producidos en total, de los cuales el K2 es un ejemplo relevante de resistencia e innovación artesanal.
Historia de la serie K2
La serie K de Allard comenzó con el K1 y evolucionó tras la guerra hasta el K2. El K2 perfeccionó el diseño de bastidor y suspensión de sus predecesores, manteniendo la receta básica pero con mejoras en el manejo y la estética. Como todos los modelos Allard, se produjeron en series muy bajas, asegurando exclusividad y originalidad. El K2 fue sucedido dentro del linaje por el K3, que modernizó aún más el concepto de roadster deportivo británico con alma americana.
Aspectos destacados del Allard K2
El Allard K2 se define por su combinación de chasis ligero y motor V8 americano —un concepto adelantado a su tiempo. Las suspensiones independientes delanteras y el eje trasero rígido proporcionan una conducción directa, mientras que la carrocería baja y la posición de conducción puramente deportiva anuncian su ADN competitivo. La exclusividad está garantizada: según nuestras estadísticas, el 100% de los Allard ofertados en nuestra plataforma corresponde al código de fabricante de la serie K2.
Ficha técnica del Allard K2
Ediciones especiales y modelos de colección
Dentro del K2 no se produjeron variantes oficialmente designadas como 'ediciones limitadas', pero cada unidad es en sí misma especial por su proceso artesanal y bajo volumen de fabricación. Existen diferencias notables dependiendo del motor montado (Ford o Cadillac) y del equipamiento específico encargado por cada cliente.
Puntos débiles y cuestiones de mantenimiento
Dada la baja producción y la antigüedad de los Allard K2, la disponibilidad de repuestos originales puede ser limitada. La mecánica americana es sólida y sencilla, aunque los materiales británicos del bastidor y componentes de suspensión pueden requerir mantenimiento preventivo por corrosión y desgaste. Los sistemas eléctricos de época pueden ser propensos a fallos y deben ser revisados cuidadosamente. Es clave verificar el estado estructural del chasis y las soldaduras, así como el correcto funcionamiento del sistema de frenos de tambor.
Motor, prestaciones, transmisión y manejo
El Allard K2 sorprende por su respuesta inmediata gracias al motor V8 y una relación peso-potencia favorable. El chasis transmite cada movimiento de la carretera y, aunque rústico por estándares actuales, ofrece una experiencia de conducción auténtica. El cambio manual, de recorridos largos y firmes, requiere destreza. El eje trasero rígido y la distribución del peso exigen atención en curvas y conducción deportiva, pero permiten derrapajes controlados tan apreciados en rallies históricos. Los Allard K2 más buscados montan el V8 de Cadillac, que ofrecía mayor potencia respecto al Ford Flathead. Estos ejemplares, por su mayor rendimiento, son especialmente valorados en subastas y competiciones de vehículos históricos.
Interior, confort y diseño exterior
El diseño del Allard K2 es puro funcionalismo deportivo de la década de los 50: carrocería baja, frontal distintivo, sin concesiones a la comodidad. El habitáculo es espartano, con instrumentación básica y asientos individuales tapizados en cuero. Las unidades suelen presentar colores clásicos británicos —verde, burdeos, negro— aunque el proceso artesanal permitía encargos personalizados. Entre los detalles característicos destacan las llantas de radios, los guardabarros integrados y la parrilla frontal ovalada, sello Allard.
Otros datos relevantes
Cabe mencionar que la fabricación artesanal y la personalización hacían que casi cada K2 fuera único: diferencias en accesorios, equipamiento, motor o acabados son habituales entre unidades aparentemente iguales.
Resumen sobre el Allard K2
El Allard K2 representa una interpretación genuina de la deportividad británica de postguerra: mecánica sencilla y potente, diseño funcional y una experiencia de conducción pura. Su presencia exclusiva en el mercado lo convierte en uno de los clásicos más singulares y buscados entre los entendidos.
