|

Allard K1 coches clásicos en venta

El Allard K1 es un auténtico exponente de la ingeniería artesanal británica de finales de los años 40, destacando entre los deportivos de posguerra por su exclusiva combinación de motor potente, chasis ligero y diseño orientado al rendimiento. Si buscas un coche con historia y carácter, el K1 ofrece una experiencia de conducción pura y una presencia inconfundible en la carretera.

Leer más

Resultados de la búsqueda

Imagen 1/16 de Allard K1 (1948)
1 / 16
Peritaje

1948 | Allard K1

1948 ALLARD K1 Roadster umfangreich restauriert und top-Zustand Mille-Miglia Teilnehmer !FIVA-Pass

119.990 €
🇩🇪
Vendedor
Mostrar vehículo

Referencias de anuncios de "Allard K1" en Classic Trader

A continuación encontrará anuncios relacionados con su búsqueda que ya no están disponibles en Classic Trader. Para ayudarle a tomar una mejor decisión de compra, esta información le ayudará a hacerse una mejor idea de la disponibilidad, evolución del valor y precio actual de un anuncio de "Allard K1".

Anuncio caducado
Imagen 1/32 de Allard K1 (1950)

1950 | Allard K1

Allard K1

136.162 €hace 9 años
🌎
Vendedor
Anuncio caducado
Imagen 1/8 de Allard K1 (1948)

1948 | Allard K1

Auction Duxford: 29.03.2017 Estimate: £150000 - 180000*

Precio a peticiónhace 9 años
🇬🇧
Vendedor
Anuncio caducado
Imagen 1/14 de Allard K1 (1947)

1947 | Allard K1

Oldtimer Allard K1 SPORT

84.900 €hace 10 años
🇮🇹
Vendedor

Historia del Allard K1

El Allard K1 debutó en 1946, justo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Sydney Allard reapareció en la escena automovilística. A diferencia de muchos autos británicos contemporáneos, que utilizaban motores de baja cilindrada, el K1 estaba equipado con motores de gran capacidad, preferentemente V8 estadounidenses, adaptando chasis ligeros diseñados originalmente para competición. Esto dotó al modelo de un carácter deportivo muy marcado, orientado a un público que demandaba sensaciones fuertes y exclusividad en los años de la reconstrucción europea. El K1 fue fabricado en un número limitado, lo que contribuye aún más a su atractivo para coleccionistas.

Evolución del modelo Allard K1

El K1 forma parte de la Serie K de Allard, representando el primer paso en una saga que continuaría con los Allard K2 y K3. Sirvió de base para el desarrollo de futuros modelos más perfeccionados y rápidos, siempre manteniendo la receta de motores americanos y chasis británico. Su predecesor directo son las producciones especiales de Allard realizadas antes de la guerra, mientras que el K2 y el K3 se consideran sus descendientes conceptuales, aplicando mejoras técnicas y estilísticas sobre la idea original del K1.

Características destacadas del Allard K1

El Allard K1 llama la atención por su planteamiento mecánico: chasis ligero, suspensión independiente delante y eje rígido detrás, y la posibilidad de montar potentes motores V8 de origen Ford. Este enfoque 'híbrido', poco usual en la época en el Reino Unido, brindaba prestaciones superiores y un comportamiento deportivo. Además, gracias a la escasa producción, cada K1 posee características únicas y una enorme personalidad.

Datos técnicos del Allard K1

Ediciones especiales y modelos de colección

Dada la escasez de unidades fabricadas, prácticamente cada Allard K1 es único. No obstante, algunos ejemplares contaban con especificaciones personalizadas (motor y acabado) encargadas directamente por sus primeros propietarios, haciéndolos especialmente buscados entre los aficionados. Cualquier K1 con historial de competición, documentación de fábrica o propietarios célebres suele despertar especial interés entre entendidos.

Puntos débiles y mantenimiento del Allard K1

El Allard K1, debido a su construcción artesanal, puede presentar variaciones entre unidades. El estado del chasis y la integridad de la carrocería de aluminio son fundamentales. Las piezas mecánicas relacionadas con el motor Ford suelen ser relativamente accesibles, pero la suspensión y los componentes específicos Allard pueden requerir soluciones a medida. La corrosión y el desgaste de los elementos móviles merecen especial atención en las inspecciones previas a la compra.

Motor, transmisión y comportamiento dinámico

El carácter del Allard K1 se define por su motor V8 americano montado en un chasis ligero. Su potencia (aproximadamente 85-110 CV según la configuración) y la simplicidad mecánica garantizan un empuje pleno desde bajos regímenes y una notable capacidad de aceleración, difícil de igualar por otros deportivos británicos de su época. La dirección directa y el bajo peso le confieren agilidad en curvas, aunque la suspensión trasera de eje rígido requiere manos expertas para explotar su potencial al límite. Dentro de la gama Allard, el K1 brilla por ser el primer modelo de serie, sentando las bases técnicas para los posteriores K2 y K3, que adoptaron soluciones de diseño más avanzadas sin renunciar al espíritu original del K1.

Diseño exterior e interior del Allard K1

El diseño exterior del Allard K1 destaca por su alargado capó, guardabarros independientes y habitáculo biplaza abierto. Construido fundamentalmente en aluminio, sus líneas denotan funcionalidad y eficiencia, alejadas de la ornamentación. El interior, austero pero funcional, incluye instrumentación analógica de gran tamaño y asientos deportivos. Accesorios y acabados dependían en gran medida de los deseos del comprador, siendo habitual la personalización de tapizados y detalles de acuerdo a gustos individuales. Algunos ejemplares contaban con parabrisas desmontable y llantas especiales de competición.

Otros aspectos relevantes

El Allard K1 destaca también por haber abierto la puerta a la exportación de deportivos británicos a Estados Unidos, así como por haber servido de inspiración a posteriores roadsters de altas prestaciones. Su presencia en reuniones de clásicos y en eventos de automovilismo histórico garantiza su visibilidad entre los conocedores del sector.

Resumen del Allard K1

El Allard K1 representa una de las propuestas británicas más puras de la posguerra para quienes buscan sensaciones deportivas y exclusividad. Su producción limitada, mecánica potente y construcción ligera lo convierten en una de las piezas más interesantes para quienes aprecian el espíritu pionero y atrevido en la historia del automóvil.