AC Ace coches clásicos en venta

Historia del AC Ace

El AC Ace surge a principios de los años 50 como respuesta a la necesidad de renovar la gama de AC Cars, tradicionalmente asociada a modelos convencionales. Presentado en el Salón de Londres de 1953 y desarrollado sobre la base de un barchetta firmado por John Tojeiro, su diseño se inspiró directamente en deportivos italianos como el Ferrari 166 MM. La colaboración entre John Tojeiro y los hermanos Charles y Derek Hurlock llevó a la producción de un roadster totalmente innovador para el mercado británico: estructura tubular ligera, suspensión independiente en ambos ejes y carrocería de aluminio fabricada a mano. Inicialmente equipado con un motor AC de seis cilindros en línea, pronto evolucionó incorporando motores Bristol y, más tarde, el potente bloque Ford de origen Zephyr. La historia del Ace está estrechamente vinculada a la competición, destacando sus logros en Le Mans y campeonatos SCCA norteamericanos. En 1962, el contacto con Carroll Shelby dio lugar a la creación de la AC Cobra, un nuevo capítulo en la historia de los deportivos británicos.

Evolución y variantes del modelo

La saga Ace comenzó como un desarrollo propio de AC, basado en la experiencia de John Tojeiro. El modelo original llevaba un motor de seis cilindros en línea de 2,0 litros diseñado por AC que, desde 1957, fue acompañado por el famoso motor Bristol, con similar cilindrada pero prestaciones superiores gracias a una arquitectura inspirada por el BMW 328 y tres carburadores. Estas versiones, denominadas comúnmente Ace Bristol, alcanzaron hasta 128 CV. A inicios de los 60, la búsqueda de alternativas ante la desaparición de los motores Bristol llevó a la incorporación del motor Ford Zephyr de 2,6 litros en la versión llamada Ace 2.6 o Ruddspeed, de la cual solo se produjeron 37 ejemplares. El Ace fue, tras una producción de 728 unidades (contando todas las variantes), sucedido en 1963 por el AC Cobra, tras su adaptación al motor V8 americano.

Particularidades y hechos destacados del AC Ace

El AC Ace marcó un antes y un después entre los deportivos británicos: primer modelo de la marca con suspensión independiente total y chasis tubular ultraligero, carrocería de aluminio artesanal y excelente agilidad en carretera y circuito. Sus versiones más codiciadas incorporaban detalles de competición, como frenos de disco delanteros (a partir del Bristol), caja de cambios de relaciones cerradas, volante deportivo, asientos de cuero auténtico y parabrisas con marco metálico. El Ace nunca fue concebido inicialmente como deportivo de competición, pero su potencial quedó patente con resultados destacados en Le Mans (7º puesto en 1957 y 8º en 1958) y las victorias absolutas en el campeonato SCCA en EE. UU. entre 1957 y 1961.

Datos técnicos del AC Ace

Ediciones especiales y modelos coleccionables

Los modelos más exclusivos del AC Ace son los equipados con el motor Bristol (466 unidades fabricadas) y, en particular, los escasos 37 ejemplares del Ace 2.6 equipados con el motor Ford Zephyr preparado por Ruddspeed. Estas unidades destacan por su potencial prestacional y exótica relevancia en la evolución hacia el AC Cobra. Modelos modificados por Ruddspeed y ejemplares con historial probado en competición, especialmente en Le Mans o el SCCA, están especialmente cotizados entre coleccionistas.

Motor, prestaciones y comportamiento dinámico

El AC Ace sobresale por su ligereza y reparto de pesos, cualidades que dan lugar a un comportamiento especialmente ágil y preciso. La versión Bristol, por su combinación de potencia, caja de cambios cerrada y menor peso, ofrecía prestaciones que rivalizaban con referentes europeos como el Jaguar XK120 o el Austin-Healey 100M, llegando a superar 185 km/h y obteniendo éxitos deportivos a nivel internacional. La versión 2.6 Ford, aun limitada en número, elevó el listón prestacional por encima de los 200 km/h y un 0-100 km/h en poco más de 8 segundos, cifras avanzadas en su época. El sistema de suspensión independiente en ambos ejes y la dirección directa Bishop Cam aseguraban precisión y control, tanto en circuito como en carretera. - AC Ace Type 100D: Se lleva casi el 70% de la demanda y más del 62% de la oferta actual, reflejando el enorme interés por esta especificación, conocida por su equilibrio entre pureza de diseño y deportividad.

• AC Ace Bristol: Con 466 unidades producidas, destaca por el gran rendimiento de su motor de tres carburadores, particularmente codiciado en entornos de competición histórica.
• AC Ace 2.6 Ruddspeed: Solo 37 unidades, con motor Ford Zephyr y preparación específica. Elevada potencia y enorme exclusividad.

Interior, acabados y diseño exterior

El diseño del AC Ace lleva el sello de John Tojeiro, responsable de una carrocería absolutamente artesanal en aluminio, de líneas fluidas y proporciones inspiradas por los deportivos italianos de la época. Entre los detalles más llamativos: el parabrisas de marco metálico, el característico frontal bajo y redondeado, las tomas de aire sobredimensionadas y unas clásicas llantas de radios. El interior mantiene la esencia británica, con instrumentación completa de estilo Smiths, asientos de cuero y ergonomía espartana pero efectiva. Equipamientos especiales incluían capota plegable (soft top), alfombrillas a medida y, en algunos casos, volante de madera o accesorios de la época suministrados por Connaught. En los últimos ejemplares era posible solicitar colores personalizados y materiales exclusivos.

Otras características relevantes

El Ace, aunque inicialmente no estaba concebido como bólido de competición, terminó ganando popularidad en carreras y es hoy base habitual para eventos de regularidad histórica como Mille Miglia o Goodwood Revival. Sus unidades con historial deportivo documentado y elevado grado de originalidad son especialmente apreciadas en concursos y reuniones de clásicos. La sencillez técnica de su chasis y mecánica facilita el mantenimiento y la restauración respecto a otros deportivos clásicos de la época.

Resumen

El AC Ace representa una de las páginas más brillantes en la historia del roadster británico: ligero, artesanal y con un pedigrí deportivo innegable. Destacan especialmente las versiones Bristol y las exclusivas unidades 2.6 Ruddspeed tanto por su rendimiento como por su rareza y cotización actual. La demanda, notablemente superior para los Type 100D según nuestras estadísticas, mantiene el interés alto en el mercado de clásicos. Su personalización, historia en competición y fabricación minuciosa siguen cautivando a apasionados y coleccionistas en todo el mundo.