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AC coches clásicos en venta
AC representa más de un siglo de tradición automovilística británica. Desde roadsters ligeros de aluminio hasta los legendarios Cobra de gran cilindrada, los modelos AC destacan por su producción artesanal, innovación técnica y personalidad inconfundible. Descubre una gama limitada pero única de deportivos hechos para verdaderos entusiastas.
Resultados de la búsqueda

1986 | AC Cobra Mk IV
Short Nose, SVO lightweight engine

2000 | AC Cobra 289
2000 AC Cobra by RAM

1999 | AC Cobra 427
1999 AC Cobra CR427 by Crendon

1995 | AC Ace Brooklands
1995 AC Brooklands

1982 | AC Cobra Mk IV
COBRA MARK IV ALUMINIUM RARE N°7 ex Buxbaum

1956 | AC Ace Bristol
AC Bristol

1985 | AC Cobra Mk IV
Converted to Lightweight spec by AC Heritage

1960 | AC Aceca
1960 AC Aceca

1985 | AC Cobra Mk IV
Roush Voll-Aluminium 351 cui Motor , über 500 PS

1957 | AC Ace Bristol
BEX 284 mit Renngeschichte, Mille Miglia fähig


1952 | AC 2 Litre
1952 AC 2 liter Saloon '52

1965 | AC Cobra 427
uperformance S/C MkIII – Malachite Green

1989 | AC Cobra Mk IV
AC Autokraft Cobra MK IV, deutsche Erstauslieferung

1959 | AC Ace Bristol
Desirable factory left-hand-drive example with powerful Bristol engine
Historia de AC: De triciclos a deportivos atrevidos
La historia de AC (Auto-Carrier) se remonta a 1901, comenzando como fabricante de vehículos de tres ruedas orientados al transporte comercial en Londres. En 1913, AC fabricó su primer coche y a partir de 1920 la marca destacó por su motor de seis cilindros, alabado por su ligereza y potencia (35 CV, 2 litros). Este propulsor se mantuvo en producción durante cuatro décadas, una longevidad excepcional en la industria. Durante la posguerra, el AC 2-Litre consolidó la reputación de la marca. En 1953, el innovador AC Ace introdujo suspensión independiente en ambos ejes, abriendo paso a una nueva generación de deportivos británicos. AC supo sobrevivir a la dura competencia internacional reinventándose varias veces: tras una etapa difícil en los años 60 y 70, la notoriedad mundial llegó gracias a la colaboración con Carroll Shelby—naciendo así la famosa Cobra. El legado de AC ha pasado por varios propietarios y desde 2009 la marca está registrada en Alemania, produciendo la Cobra Mk VI con calidad germana y fidelidad a los clásicos originales.
Evolución de los modelos AC
Después de los primeros éxitos con vehículos utilitarios, AC se volcó en la producción de deportivos de estructura ligera y fabricación artesanal. El AC Ace, lanzado en 1953 y diseñado por John Tojeiro, fue el pionero de esta nueva era, con una carrocería de aluminio y espectacular agilidad. La Aceca, versión coupé, mantuvo esta filosofía. El AC Greyhound (1959-1963) propone la rareza de un GT 2+2 auténtico sobre bastidor alargado del Ace, manteniendo el esfuerzo en artesanía y dinámica de conducción precisa. El salto internacional definitivo llegó con la colaboración Shelby-Ford, derivando los chasis Ace en los Cobra Mk I, II, III y IV: motores V8 americanos y un enfoque muy orientado al rendimiento puro. Modelos posteriores como el 428, el ME 3000 y replicantes modernos mantienen la esencia deportiva del fabricante.
Características distintivas y distribución de la gama AC
AC se caracteriza por la construcción manual de carrocerías de aluminio, chasis tubulares y soluciones técnicas pioneras (suspensión independiente, frenos de disco desde los años 50). Sus vehículos han competido —y vencido— en escenarios como Le Mans y Goodwood, dejando huella por su mezcla de agilidad, potencia y pureza de sensaciones. El catálogo se estructura en unas pocas referencias, siendo las más relevantes en volumen y demanda la AC Cobra (en sus variantes Mk II, III y IV), así como los Ace y Aceca. El AC Greyhound es uno de los GT británicos más escasos (menos de 85 unidades fabricadas), apuntando a un público de gustos muy refinados.
Datos técnicos de los modelos AC
Ediciones especiales y modelos de coleccionista
El universo AC se distingue por la baja producción de sus modelos más emblemáticos. El Greyhound, con sólo unos 82-84 ejemplares, se clasifica como uno de los GT 2+2 británicos más exclusivos de la década de 1960. La Cobra tuvo evoluciones clave: la Mk I con su V8 inicial; la Mk II (chasis y suspensión mejorados); la Mk III (chasis reforzado y motor Ford 427 de altísimo rendimiento). El Shelby Daytona Coupé es aún más escaso: 6 unidades originales pensadas para las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia, alcanzando hitos históricos para una marca británica con corazón estadounidense. Existen además réplicas y recreaciones legalizadas (por Hawk, Autokraft, Superformance), algunas con carrocería de fibra de carbono y motores V8 modernos, manteniendo el diseño y la tradición AC.
Motor, transmisión y comportamiento en carretera de los AC
La plataforma ligera y el bajo peso marcan el carácter de conducción de los AC. Los Ace y Aceca ofrecen precisión y respuesta deportiva graças al chasis tubular, la dirección de cremallera y suspensión independiente. El Greyhound, si bien ofrece mayor espacio, mantiene un enfoque GT y equilibra la dinámica con comodidad. La AC Cobra 427 lleva el extremo: sus más de 400 CV y poco más de 1.100 kg requieren experiencia al volante y atención a la motricidad, sobre todo en aceleraciones desde parado. El comportamiento es incisivo, directo, muy puro—responde a cada orden del conductor sin filtros electrónicos. La frenada (a disco en las versiones deportivas) y la relación peso-potencia son punto de referencia para deportivos de su época. - AC Ace (1953-1963): 2.0/2.2L, chasis ligero, base de la Cobra, deportivo puro y adaptable a competición.
- AC Aceca: Coupé fastback sobre chasis Ace, gran acabado artesanal, opción preferida para GT británico clásico.
- AC Cobra Mk I/II/III/IV: Motores Ford V8, chasis reforzado, altas prestaciones, legendaria por su comportamiento radical y sonido.
- AC Greyhound: GT 2+2 basado en chasis Ace alargado, gran exclusividad, para entusiastas que buscan rareza y refinamiento británico.
Diseño exterior, interior y detalles característicos
Los coches de AC impresionan por su limpieza de líneas y atención al detalle. El diseño del Ace bebe de las formas puristas y fluidas de la barchetta italiana—en especial la Ferrari 166 MM—reinterpretadas a la inglesa. Carrocerías de aluminio martillado a mano, chasis de tubos de acero y proporciones bajas y anchas transmiten deportividad sin artificio. Dentro, destaca la tapicería en cuero natural, instrumentación de época (Smiths), volantes de madera y minimalismo funcional. Modelos como el Cobra 427 exhiben pasos de rueda sobredimensionados, escapes laterales y salpicaderos metálicos. El Greyhound suma detalles únicos como la luneta trasera panorámica y las aletas traseras ahusadas. La Aceca prioriza el confort con interiores cerrados y acabados muy cuidados. Entre los accesorios específicos sobresalen: hardtop desmontable, perspex side windows, cubiertas de lona, defensas cromadas y llantas Halibrand con cierre central.
Otros aspectos relevantes de los AC clásicos
La reputación de AC se cimenta en la tradición británica de ingeniería y competición, reflejada en su participación exitosa en carreras como Le Mans, Goodwood y Silverstone. El logotipo AC, sencillo pero distintivo, resume la filosofía de la casa: círculo azul con letras blancas, símbolo de elegancia sin adornos innecesarios. Existen numerosas réplicas legalizadas de Cobra, fabricadas por talleres especializados en el Reino Unido y otros países, manteniendo la fidelidad mecánica y estética. AC mantiene su atractivo entre coleccionistas y aficionados modernos gracias a su carácter único y la posibilidad de usarlos tanto en carretera como en eventos históricos.
Resumen: El legado singular de AC en el mundo clásico
AC resume lo mejor de la tradición automovilística británica: coches ligeros, mecánica ingeniosa y personalidad genuina. Desde el Ace artesanal hasta el explosivo Cobra 427, cada modelo encarna la búsqueda del máximo placer de conducción. El catálogo AC presenta rareza, historia y unas sensaciones puras reservadas a auténticos apasionados, ofreciendo una experiencia automovilística que permanece insustituible hasta hoy.














