Mercedes-Benz E-Class clásicos en venta

Historia de la Mercedes-Benz E-Class

Mercedes-Benz denominó oficialmente como 'E-Class' a su gama de vehículos de la clase ejecutiva en 1993, coincidiendo con la segunda gran actualización del modelo W124, presente desde 1984. El cambio de nomenclatura apuntaba a posicionarla como una familia diferenciada, ofreciendo motorizaciones de gasolina y diésel con tecnología de última generación para la época. La E-Class supuso una ruptura en términos de eficiencia aerodinámica (cW 0,28) y seguridad, implementando zonas de deformación avanzadas y mejoras sustanciales en confort y robustez. El diseño, obra de Bruno Sacco, marcó tendencia y consolidó a la E-Class como referente de calidad y tecnología automovilística alemana.

Evolución de los modelos E-Class

La E-Class W124 tuvo como antecesor al W123 y fue reemplazada en 1995 por el W210. Desde sus inicios, la gama ofreció versiones berlina (W124), familiar (S124), coupé (C124), cabriolet (A124) y limusina (V124). En la segunda generación (W210), Mercedes-Benz redefinió la estrategia de carrocerías, transfiriendo los coupés y cabrios a la gama CLK, para luego reincorporarlos bajo E-Class en la cuarta generación (W212). Cada generación trajo consigo mejoras en motorizaciones, chasis, equipamiento y avances electrónicos, adaptándose así a las demandas tecnológicas y de confort del segmento ejecutivo.

Aspectos destacados de la Mercedes-Benz E-Class

Entre las virtudes más reconocidas del E-Class destacan su calidad de construcción ejemplar, durabilidad mecánica y opciones avanzadas de seguridad activa y pasiva. Fueron pioneros en introducir airbags, ABS, zonas de deformación programada y avances en confort, como aire acondicionado automático y suspensión multibrazo. Modelos como el 500 E/E 500 (desarrollado junto a Porsche), el E 60 AMG y las ediciones 'Final Edition' dotan de especial valor a la gama por su rareza y desempeño. En carrocería familiar, ofrecía hasta 7 plazas y nivelación automática trasera. Más aún, la versión 4MATIC aportó tracción total de fábrica, factor distintivo en su segmento.

Datos técnicos de la Mercedes-Benz E-Class

Modelos especiales y ediciones limitadas

Existen versiones y ediciones especialmente valoradas, como la 500 E/E 500 (desarrollada junto a Porsche, menos de 10.500 unidades, con aletas ensanchadas y V8), el escasísimo E 60 AMG (unos 126 ejemplares sobre la base E 500), el exclusivo E 36 AMG cabrio (solo 68 coches para Europa) o los cabriolet 'Final Edition' (con dotaciones y colores únicos, placas numeradas y producción limitada). También destacan los paquetes Sportline y personalizaciones de preparadores como Brabus, Lorinser o Schulz.

Puntos débiles y mantenimiento

Las unidades fabricadas a partir de los 90 pueden presentar corrosión –especialmente sin tratamiento extra–, fallos en el mazo eléctrico (más frecuente en motores M104 y V8), problemas puntuales en elevalunas eléctricos, juntas y electrónica en versiones finales. Las mecánicas diésel atmosféricas y los seis cilindros en línea son conocidos por su enorme longevidad, siempre que se realicen mantenimientos regulares. La disponibilidad de recambios sigue siendo excelente y hay muchas empresas especializadas en suministro y restauración de piezas específicas.

Motor, prestaciones y conducción

Las versiones más equilibradas de la gama E-Class ofrecen un confort de marcha y un aislamiento acústico notables, gracias a suspensiones bien afinadas y calidad de materiales. Se distinguen por su firmeza en autopista y la solidez estructural, resultado de un chasis robusto y bajas tolerancias de fabricación. Modelos como el 500 E/E 500 brillan por su motor V8 y un balance dinámico excepcional, incorporando frenos y suspensiones especificas. Las variantes diésel destacan por fiabilidad y consumos bajos, ideales para grandes kilometrajes. Las más buscadas son: W124 E 320 (con motor 24V), 500 E/E500 (V8, Porsche), 300D y 250D para uso diario, E 36 AMG cabrio y 'Final Edition' cabriolet.

Diseño, acabados y opciones de equipamiento

El diseño exterior de la E-Class W124 es obra de Bruno Sacco, adoptando líneas rectas y superficies limpias, con elementos como las famosas 'Sacco-Bretter' (molduras laterales planas). El habitáculo sorprende por la ergonomía, cuidado en detalles y calidad de ajustes. Materiales como madera de raíz de nogal, tejidos de calidad –incluyendo cuero, velour y telas específicas–, así como elementos eléctricos de confort (asientos con memoria, climatizador, sistemas de sonido Becker, techo solar eléctrico) eran comunes en versiones bien equipadas. Las opciones de personalización abarcaban pintura metalizada, tapicerías especiales, molduras exclusivas y accesorios originales Mercedes-Benz. Destacan los airbag dobles, cinturones automáticos (en coupé y cabrio), y detalles funcionales como el navegador Becker o el tempomat.

Otros datos de interés

El E-Class clásico es muy valorado por su facilidad de uso diario, costes razonables de mantenimiento y la posibilidad de obtener matrícula de vehículo histórico ('vehículo clásico' o 'youngtimer'). Muchos ejemplares procedentes de países del sur de Europa y Suiza presentan excelente estado de conservación y particularidades de equipamiento. Existen variantes con aire acondicionado de serie según mercado, y diferencias en acabados exteriores e interiores según región.

Resumen

La Mercedes-Benz E-Class, especialmente la serie W124 y sus derivados (1984–1997), destaca por su ingeniería alemana, longevidad, variedad de carrocerías y versiones, así como por su elevado estándar de seguridad y confort. Su amplia oferta de motorizaciones, posibilidad de equipamiento personalizado y excelente acceso a recambios la posicionan como un referente para quienes buscan un clásico robusto, fiable y apto tanto para colección como para el día a día.