Sunbeam Alpine – Coches clásicos en venta

Historia del Sunbeam Alpine

El Sunbeam Alpine surge en 1953 de la mano de la Rootes Group, impulsado por el éxito en competiciones alpinas bajo el nombre Sunbeam-Talbot. Representa el primer modelo en muchos años en lucir exclusivamente la marca Sunbeam, y basa su concepción en el Sunbeam-Talbot 90 y un prototipo de rally de George Hartwell. La primera generación contaba con un robusto motor de 2,3 litros heredado y un chasis compartido con su predecesor. La producción artesanal inicial, limitada a poco más de 1.500 unidades, logró éxitos en rally bajo pilotos emblemáticos como Stirling Moss, pero la serie dejó de fabricarse en 1955. Tras una revisión radical de diseño liderada por Kenneth Howes y Jeff Crompton, el Alpine resurge en 1959 como un roadster vanguardista, lanzando una nueva etapa que abarca cinco generaciones hasta 1968.

Evolución y generaciones del Alpine

Las cinco generaciones del Sunbeam Alpine producidas entre 1959 y 1968 introducen cambios relevantes en motorización y diseño. La Serie I (1959-1960) utiliza un motor de 1,5 litros y aporta innovaciones como techo de lona ocultable y ventanas laterales de manivela. La Serie II incrementa la cilindrada a 1,6 litros y mejora la suspensión trasera. La Serie III trae variantes coupé y techo rígido, junto a una mayor optimización del espacio. La Serie IV estrena nuevo diseño trasero y opción de cambio automático. La última generación, Serie V (1965-1968), incorpora motor de 1,7 litros y 92 CV con carburadores dobles, manteniendo la configuración deportiva y buenas prestaciones. El Alpine fue sustituido tras 1968 por el Sunbeam New Rapier.

Particularidades y datos destacados del Alpine

El Sunbeam Alpine cautiva por su configuración roadster con línea baja y detalles modernos, como frenos de disco delanteros, opciones de overdrive y una amplia gama de accesorios (speichenfelgen, instrumentos adicionales, radios de época). Versiones GT incorporaban hardtop de plástico y acabados de lujo como tablero de raíz de nogal. Su sistema de doble depósito de gasolina es singular, y la posibilidad tanto de volante a la izquierda como a la derecha facilita su adaptación a distintos mercados. La facilidad de mantenimiento y la abundancia de piezas originales y aftermarket (carburadores Weber, suspensión Koni) son ventajas preservadas hasta hoy.

Ficha técnica

Ediciones especiales y variantes coleccionables

Entre las variantes más valoradas se encuentran las Series III (producción limitada, evolución estética e interior exclusivo) y las versiones GT con techo rígido de plástico y detalles de lujo interior. También destacan vehículos equipados para rallyes, dotados de tecnología específica y reforzada para competición.

Motor, comportamiento y sensaciones de conducción

El carácter del Alpine se define por la agilidad de su bastidor y la progresiva evolución de sus motorizaciones. Desde los suaves 78 CV iniciales hasta los 92 CV de la Serie V, el motor ofrece reacciones vivas y sonido típico de los roadster británicos. El cambio manual, con opción de overdrive, aporta elasticidad en rutas largas. Los frenos de disco y la configuración del tren motriz, aunque aún clásicos, aseguran estabilidad y disfrute en curvas. El Alpine es apreciado por su tacto en carretera y buena maniobrabilidad para su época, resultando cómodo para uso regular o paseos deportivos. - Serie I: 1.5 L, 78 CV, detalles de lanzamiento y estilo puro.

• Serie V: 1.7 L, 92 CV, doble carburador, opcional overdrive.
• Versión GT: Hardtop de plástico y acabados exclusivos.

Interior, comodidad y diseño exterior

El Alpine incorpora líneas audaces, conocidas por sus aletas traseras estilizadas en las primeras series y soluciones modernas marcadas por la inspiración americana. El habitáculo varía según la versión: desde lo espartano hasta el refinamiento de las GT, con paneles de raíz de nogal y tapizados selectos. El equipamiento incluía de serie o como opción: llantas de radios, instrumentación adicional (por ejemplo, instrumentos Jäger), radio, asientos traseros auxiliares y anclajes de seguridad, así como accesorios para el confort y la personalización. Los colores y acabados variaban, permitiendo amplias combinaciones según el gusto del primer propietario.

Otros detalles de interés

El Sunbeam Alpine alcanzó fama por sus apariciones en cine: pilotado por Grace Kelly en 'Atrapa a un ladrón' y como vehículo de James Bond en 'Dr. No'. La facilidad para adaptar mejoras técnicas modernas (encendido electrónico, bombas de combustible eléctricas), junto al sustancial soporte de piezas, hacen que hoy día siga siendo factible utilizar y mantener estos clásicos con fiabilidad.

Resumen

El Sunbeam Alpine representa el epítome del roadster británico de posguerra: diseño inconfundible, mecánica deportiva progresivamente mejorada y opciones de personalización que marcan diferencias entre unidades. Su protagonismo en el cine y la alta presencia tanto en anuncios como en visualizaciones en el mercado lo sitúan entre los clásicos más buscados y disfrutados por amantes de vehículos históricos.