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Studebaker Commander coches clásicos en venta
El Studebaker Commander es sinónimo de innovación automovilística estadounidense durante varias décadas, combinando avances técnicos, diseños distintivos y una evolución constante entre 1927 y 1966. Su historia abarca cambios de segmento, motores sorprendentes y una presencia inconfundible en carretera.
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1955 | Studebaker Commander Starliner
Studebaker-Commander - geel
1966 | Studebaker Commander Wagonaire
Studebaker/Avanti
1954 | Studebaker Commander Starliner
1954 Studebaker Commander V8 '54
1951 | Studebaker Commander V8
1931 | Studebaker Commander Eight
1931 Studebaker Commander eight regal sedan '31
1931 | Studebaker Commander Eight
1931 Studebaker Commander eight regal sedan '31
1958 | Studebaker Commander
Gut erhaltener Studebaker Commander
1953 | Studebaker Commander Starlight
Studebaker Radical Custom Commander
1958 | Studebaker Commander
Studebaker Packard Sedan im Sammlerzustand
1953 | Studebaker Commander Starliner
Studebaker Commander Coupé V8 - wunderschön!
Historia del Studebaker Commander
El Commander apareció por primera vez en 1927, marcando la evolución de Studebaker hacia una berlina y roadster de gama media con carácter sobrio y robusto. Antes del uso del nombre 'Commander', el coche era conocido como 'Big Six', precursor directo con menor distancia entre ejes. A lo largo de los años, la denominación Commander se mantuvo con solo dos interrupciones (1936 y 1959-63), adaptándose a cambios históricos como la Segunda Guerra Mundial y las transformaciones del mercado estadounidense. En diferentes décadas, el modelo ocupó posiciones que iban desde la gama media hasta la alta. Su versión Land Cruiser se distinguió por un chasis de mayor batalla, orientado a un público que buscaba mayor espacio y confort. El Commander también adquirió notoriedad fuera del ámbito automovilístico, haciendo apariciones en películas y referencias culturales, incluso en la música alemana de los años 80.
Evolución de los modelos Commander
La primera generación de Commander (1927-1935) se caracterizó por su construcción sólida y la disponibilidad de motores de seis cilindros potentes. Tras una pausa en 1936, la segunda generación se relanzó en 1937, ofreciendo una propuesta más próxima a la alta gama. La producción se suspendió durante la guerra, y tras la reanudación, Commander volvió como versión superior y más equipada. En los años 50, la gama cambió y el Commander regresó a la gama media; su diseño y motores estuvieron influenciados por los modelos Champion y President. En 1964, la última generación compartió plataforma con el Lark y se distinguía por los faros delanteros simples —dobles tras el restyling de 1965—, hasta cesar definitivamente en 1966.
Aspectos destacados del Studebaker Commander
Uno de los rasgos técnicos más peculiares del Commander fue la rápida evolución de su motorización: el primer modelo utilizó un bloque 'Special Six' de 3,7 litros, cambiado más adelante por un propulsor de 5,8 litros, capaz de superar los 100 km/h, según pruebas oficiales en Atlantic City. El Commander también fue pionero en equipar grandes berlinas estadounidenses con distancias entre ejes alargadas y carrocerías semi-aerodinámicas. La característica 'Kugelnase' (nariz de bola) influyó en el diseño de otros fabricantes, como Rover. En España, destaca una presencia testimonial y de culto, apreciado sobre todo por su rareza y personalidad únicos. Estadísticamente, el 100% de los anuncios y del interés en la marca Studebaker dentro de nuestra plataforma corresponden al Commander, lo que indica un mercado centrado casi exclusivamente en este modelo dentro de la oferta nacional y una demanda igualmente focalizada.
Ficha técnica del Studebaker Commander
Ediciones especiales y series limitadas
El Studebaker Commander Land Cruiser destacó como versión especial por su distancia entre ejes alargada y equipamiento extra. En algunos mercados, se ofrecieron versiones con acabados de lujo y accesorios específicos, mientras que las unidades producidas en Canadá presentan leves diferencias en acabados y detalles técnicos, siendo muy valoradas por coleccionistas por su escasez.
Mantenimiento, puntos débiles y averías típicas
Los Studebaker Commander presentan una mecánica robusta, aunque generalizar sin datos concretos sería arriesgado. Como todo vehículo clásico americano, el mantenimiento preventivo —sobre todo en transmisión y sistema de refrigeración— resulta esencial, y conviene vigilar el estado de la chapa en versiones anteriores a los años 50 y la integridad de piezas originales en series producidas tras la guerra.
Motor, comportamiento dinámico y transmisión
Las primeras generaciones del Commander impresionaban por la solidez de su bastidor y la suavidad del seis cilindros, optimizado para largas distancias a velocidades estables superiores a los 80 km/h, una cifra notable en los años 20 y 30. Las versiones V8, especialmente tras 1955, mejoraron notablemente la aceleración y la velocidad punta, adaptándose a las nuevas demandas del mercado americano. El Commander es conocido por un comportamiento noble en carretera, aunque debido a su tamaño y suspensiones confortables puede mostrar inercias elevadas al tomar curvas pronunciadas con agilidad. - Commander Land Cruiser: Celebrada por el confort y espacio interior extra.
- Commander V8 (1955-1958): Considerada una de las variantes más potentes y modernas del modelo.
Diseño, interiores y opciones de equipamiento
Las líneas del Commander evolucionaron de la elegancia sobria de los años 20 al diseño evocador de los cincuenta y sesenta, pasando por la célebre 'Kugelnase' e introduciendo detalles cromados y molduras aerodinámicas. Los interiores variaban de acuerdo a la versión y el año, combinando tapicerías de tela gruesa, cuero y detalles en madera en las series más altas. Destaca la personalización a través de colores específicos y acabados, sobre todo en las series estadounidenses y canadienses, así como la existencia de accesorios originales, como radios AM integradas, calefactores opcionales y embellecedores cromados únicos.
Otros datos de interés
El Commander gozó de cierta fama por sus apariciones en el cine y la televisión, influyendo incluso en otros diseñadores automovilísticos europeos. El modelo cuenta además con una pequeña pero activa comunidad de aficionados en España y Europa —a menudo relacionados con clubes americanos de clásicos—, que han garantizado la supervivencia de algunas unidades en perfecto estado original.
Resumen
El Studebaker Commander representa un testimonio directo de la evolución automovilística estadounidense, distinguiéndose por su versatilidad de carrocerías, motores y orientaciones de gama. De presencia testimonial en España, su exclusividad y abanico de versiones lo convierten en una pieza única para el apasionado del automóvil clásico, siendo el único Studebaker con representación activa tanto en oferta como en demanda nacional.
