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Lotus 30 coches clásicos en venta

El Lotus 30, diseñado por Colin Chapman y Martin Wade en 1964, marcó el primer intento de Lotus de adentrarse en el universo de los deportivos de gran cilindrada para competición con una mecánica innovadora y un enfoque destinado a las carreras de resistencia y velocidad en circuitos británicos e internacionales. Es una auténtica rareza que interesa tanto por su impacto tecnológico como por las historias que generó en la pista.

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Imagen 1/4 de Lotus 30 (1964)

1964 | Lotus 30

Raced Bahamas Speed Week and Goodwood

Precio a peticiónhace 6 años
🇩🇪
Vendedor

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Historia del Lotus 30

El Lotus 30 nació en 1964, impulsado por la visión de Colin Chapman para competir en categorías superiores a lo que ofrecía el Lotus 19 y 23. Con la colaboración de Martin Wade, Chapman ideó un concepto radicalmente distinto: un chasis monocasco combinado con motor de gran cilindrada orientado a la potencia y velocidad en las competiciones de la época. El coche tuvo presencia tanto en pruebas emblemáticas británicas como la Guards Trophy, como en encuentros internacionales clave como el Nassau Speed Week. La naturaleza de los reglamentos anteriores a la creación de los Grupos FIA 5, 6 y 7 permitió al Lotus 30 incluir elementos de homologación tales como faros, luces traseras y limpiaparabrisas, resaltando su carácter híbrido entre el deportivo legal y el puro prototipo de carreras.

Evolución y variantes del Lotus 30

El Lotus 30 dio paso, posteriormente, al Lotus 40, una evolución directa en búsqueda de más fiabilidad y mejores resultados frente a la competencia estadounidense en el Can-Am. El Lotus 30 representa la respuesta intermedia entre la ligereza y maniobrabilidad de los Lotus previos (19 y 23) y el enfoque cada vez más agresivo hacia la potencia y la cilindrada que caracterizó los prototipos de Can-Am. Aunque la producción fue limitada y sin descendencia directa fuera del propio Lotus 40, estableció el principio de grandes motores en chasis ligeros, sello característico que Chapman explotaría en el futuro.

Aspectos destacados del Lotus 30

El Lotus 30 destaca por su chasis monocasco avanzado, una novedad de la época, y por su motor de gran cilindrada instalado en posición central. Además, fue uno de los primeros deportivos con homologación mixta orientada a la competición sin perder elementos funcionales de carretera. La presencia de componentes como faros y limpiaparabrisas, poco frecuentes en prototipos de carreras, se debe a las categorías deportivas en las que estaba inscrito antes de la estandarización FIA posterior a 1966.

Datos técnicos del Lotus 30

Versiones especiales y modelos de colección

El principal modelo derivado del Lotus 30 es el Lotus 40, versión revisada con mejoras estructurales y mecánicas enfocado a la categoría Can-Am, aunque compartiendo gran parte del diseño y filosofía del original. No se documentan otras series limitadas o versiones de producción especial fuera de la evolución directa al Lotus 40.

Puntos débiles y mantenimiento del Lotus 30

Dada su construcción monocasco y componentes de competición, el mantenimiento del Lotus 30 exige alto nivel técnico y piezas poco comunes. Es recomendable una inspección minuciosa del chasis para detectar eventuales grietas o fatiga estructural debido a las exigencias de las pistas, así como revisar regularmente los frenos, suspensión y el sistema eléctrico, ya que los elementos de homologación pueden presentar desgaste añadido por el uso en circuito.

Motor, prestaciones y comportamiento dinámico

El Lotus 30 sobresale por su relación peso-potencia y el motor de gran desplazamiento montado en posición central, permitiendo una aceleración y paso por curva destacados para su categoría. Su transmisión y tren de rodaje estaban en la vanguardia tecnológica de la época, optimizados para entregar velocidad punta y estabilidad en rectas y curvas rápidas. La configuración aerodinámica, sumada al bajo peso del monocasco, proporciona un comportamiento ágil pero exigente con el piloto, sobre todo en límites de adherencia. El Lotus 30 Mk2 es la versión más representativa dentro de los registros, y se identifica por su aparente exclusividad en los anuncios y búsquedas de la actualidad.

Diseño, interior y elementos exclusivos

El diseño firmado por Colin Chapman y Martin Wade combina una carrocería baja y ancha, perfilada para minimizar resistencia y maximizar agarre. Los elementos de homologación, como los faros principales y las luces traseras integradas, junto con el parabrisas y el limpiaparabrisas, se suman a detalles propios de un coche de competición ajustados a normativas flexibles antes de 1966. El interior es espartano; todo orientado a la función con instrumentación precisa y mandos sencillos, propios de un vehículo de carreras. Opciones de color y materiales eran limitadas, priorizando la ligereza y facilidad de reparación en pista.

Otros aspectos a considerar

El Lotus 30, verdaderamente, ocupa un lugar relevante en la transición tecnológica de los deportivos de los años 60 —un punto medio entre los coches de competición puros y los primeros prototipos modernos homologados.

Resumen del Lotus 30 clásico

El Lotus 30 representa una pieza singular de la historia de las carreras, combinando avances técnicos de su época con una presencia limitada y exclusiva tanto en competiciones como en el mercado actual. Para entusiastas del motorsport y coleccionistas especializados, el Lotus 30 es una referencia obligada en la evolución de los deportivos de altas prestaciones y gran cilindrada.