Hudson coches clásicos en venta

Historia de Hudson Motor Car Company

Hudson Motor Car Company fue fundada en 1909 en Detroit por Joseph Lowthian Hudson y un grupo de empresarios visionarios. Nacida con la ambición de ofrecer automóviles de gran calidad a precios asequibles, Hudson se adelantó a su tiempo incorporando innovaciones técnicas significativas como frenos dobles y cigüeñales equilibrados ya en sus primeros años. Durante la década de los años 30, Hudson alcanzó la tercera posición en volumen de producción en EE. UU., solo por detrás de Ford y Chevrolet. Tras la Segunda Guerra Mundial, la marca renació con modelos innovadores antes de fusionarse en 1954 con Nash Motors para formar American Motors Corporation (AMC), cerrando un capítulo destacadísimo en la industria automotriz estadounidense.

Historia de los modelos Hudson

El primer modelo producido, el Hudson 20, ofrecía versiones phaeton y roadster a precios reducidos, vendiendo más de 4.000 unidades en su primer año. La gama Essex, sucesora a inicios de los años 30, fue pionera por su carrocería de acero y motor de cuatro cilindros, hasta que evolucionó en la línea Terraplane. En el segmento de lujo, Hudson destacó con denominaciones como Super Six, Commodore Eight y Super Jet. Modelos como el Commodore y el icónico Hornet dominaron las líneas de producción hasta la fusión con AMC, tras la cual desaparecieron de la fabricación. Estos automóviles, con carrocerías tan variadas como Roadster y Brougham, dejaron huella por su oferta técnica y diseño avanzado para su tiempo.

Características destacadas y cifras del mercado Hudson

Hudson supo distinguirse por dotar a sus modelos de elementos únicos, como el célebre emblema iluminado, la opción de doble carburador Twin-H-Power y la legendaria fiabilidad de sus motores de seis cilindros flathead. Algunos ejemplares lucen colores originales tan genuinos como el Toro-Red/Ivory. La marca tiene una presencia destacada en rallyes y concursos de elegancia, con restauraciones premiadas en apartados como “American Dreamcars” o "Mejor interior". En el mercado de clásicos, los Hudson Hornet representan un 25,9% de la oferta, seguidos por los Super Six con un 18,5% y Commodore con un 14,8%. En demanda, los Hornet lideran con un sobresaliente 64,9%, mientras Commodore logra un sólido 17,7%. Estos datos subrayan el legado y el atractivo único de Hudson entre coleccionistas y apasionados.

Datos técnicos de Hudson

Ediciones especiales y modelos coleccionables Hudson

El Hudson Hornet de competición, célebre por sus éxitos en NASCAR —con 40 victorias en 48 carreras de una temporada— es el referente de la marca. Ediciones limitadas como el modelo 33 “Mile a Minute Roundabout” y rarezas como el Super Six Serie 171 Brougham también aparecen ocasionalmente en el mercado europeo y han sido galardonados en distintos concursos de clásicos. Estas variantes destacan especialmente por su valor histórico, piezas originales y documentación específica como placas históricas o papeles FIVA.

Motor, conducción, transmisión y comportamiento en carretera

Los Hudson destacan por su combinación de una mecánica robusta —especialmente la arquitectura de seis cilindros y el propulsor 308 cu.in. flathead— con tecnologías de la época como los dobles carburadores y transmisiones automáticas Hydramatic. Carreteras largas, bastidor de gran batalla y suspensión independiente, otorgan a estos coches un comportamiento estable y confortable, valorado especialmente por quienes realizan largas rutas o participan en eventos de clásicos. Las restauraciones de calidad respetan detalles técnicos originales, favoreciendo una experiencia de conducción singular en el mundo de los pre y postguerra estadounidense. - Hudson Hornet: Motor 6 cilindros, hasta 210 CV, conocido por dominio en NASCAR.

• Hudson Super Six: Motor de 6 cilindros, carrocería variada, referente en la Brass Era.
• Commodore: Toque de lujo, acabado sofisticado, transmisión Drive-Master automatizada.

Interior, confort y diseño de los Hudson

La estética Hudson es inconfundible: carrocerías con líneas redondeadas, dobles parabrisas y el inimitable logo en rojo, con torres y navíos en el escudo central. Los interiores de los Commodore y Super Jet destacan por detalles en tapicería y acabados selectos, incluyendo maderas nobles y cromados. Versiones como la Brougham y Roadster adoptan formatos deportivos o de lujo, mientras que accesorios como manuales originales, tarjetas de garantía de radio y boletines Hudson son frecuentes entre unidades bien mantenidas. Los vehículos restaurados a fondo exhiben materiales auténticos y pinturas en colores originales, elementos esenciales para quienes buscan autenticidad.

Otros aspectos y curiosidades de los Hudson

Muchos Hudson presentes en Europa han sido importados desde museos estadounidenses, destacando por su perfecto estado y restauraciones completas. La rareza en el mercado europeo eleva el atractivo de estos modelos, especialmente entre coleccionistas expertos. La posibilidad de matriculación histórica y documentos FIVA añaden ventajas en eventos y circulación en concentraciones clásicas. En el ámbito de competiciones y concursos, Hudson goza de una presencia exclusiva y apreciada por jurados y clubes de marca.

Resumen sobre los Hudson clásicos

Los automóviles Hudson suponen una síntesis de innovación mecánica, historia y exclusividad. Su dispersión en el mercado europeo, elevada relación de demanda frente a oferta y éxitos históricos en competición los convierten en piezas clave dentro del coleccionismo serio. Aquellos que buscan algo diferente, con pedigrí automovilístico y posibilidades de participación en eventos de prestigio, hallan en Hudson una referencia obligada en el universo de los coches clásicos norteamericanos.