Frazer Nash FN 209 clásicos en venta

Historia de la Frazer Nash FN 209

La historia de la Frazer Nash FN 209 arranca con la reinvención de AFN Limited tras la Segunda Guerra Mundial. Archibald Frazer-Nash, pionero de los deportivos británicos de cadena desde 1924, retomó la producción bajo el espíritu de la competición y la ingeniería artesanal. Tras producir solo 360 ejemplares de cadenas hasta 1939, la etapa de posguerra reunió apenas 85 unidades, y la serie FN 209, bajo el nombre original de 'Competition Model', consolidó el renombre de la marca gracias a su destacada actuación en circuitos internacionales. El nombre 'Le Mans Replica' honra el tercer puesto en las 24 Horas de Le Mans en 1949. Este hito marcó su transformación en un referente de la velocidad y el dinamismo en la escena europea de resistencia.

Evolución y variantes de la serie FN 209

La FN 209 pertenece a la famosa familia Le Mans Replica, considerada la serie más deportiva y competitiva creada por Frazer Nash en la posguerra. Entre 1949 y 1954 solo se fabricaron 29 unidades, lo que la convierte en una rara avis en el mundo de los clásicos británicos. Dentro de la producción limitada destacan las siete versiones MkII, con chasis ensanchado y detalles técnicos mejorados para competencia. A lo largo de los años, modelos como High Speed, Competition, Fast Roadster, Mille Miglia y Targa Florio ofrecieron distintas configuraciones y enfoques, desde la calle hasta monoplazas de circuito. La base mecánica adaptaba la tecnología BMW 328 de Fritz Fiedler, con especialiedades como diferenciales ZF y carrocerías de aluminio. No existen modelos sucesores directos, reforzando el estatus singular de la FN 209.

Características destacadas de la FN 209

La FN 209 Le Mans Replica destaca por su construcción con chasis tubular en paralelo y un cockpitt de 36 pulgadas en la MkII. Cumpliendo las estrictas normas FIA, carece de puerta del copiloto y equipa un depósito de aluminio de 15,5 galones, mientras que la rueda de repuesto se monta verticalmente en el maletero con trasera desmontable. El propulsor es un seis cilindros en línea de 2.0 litros Bristol, marcando la diferencia frente a sus rivales mediante su ligereza y respuesta ágil en curvas. Muchos ejemplares cuentan con historial de competición documentado y han participado en pruebas tan reputadas como Le Mans, Mille Miglia o Goodwood Nine-Hours. Además, la casi totalidad de FN 209 existentes poseen documentación histórica y manuales originales.

Datos técnicos de la FN 209

Ediciones especiales y variantes de colección

Las FN 209 Le Mans Replica MkII representan la versión más escasa (solo 7 ejemplares), caracterizada por cockpit más ancho, chasis ensanchado y detalles específicos de competición. Además, existen subvariantes denominadas Mille Miglia, Targa Florio, Le Mans Coupé o Single Seater, cada una con configuraciones propias, muchas veces adaptadas individualmente en fábrica o en preparadores históricos como Isleworth o Falcon Works.

Puntos débiles y mantenimiento de la Frazer Nash FN 209

Debido a la excepcional baja producción y el uso intensivo en competición, muchas FN 209 han sido modificadas o restauradas en varias ocasiones. La dificultad principal reside en la disponibilidad de recambios específicos, tanto de motor Bristol como de elementos originales de carrocería y transmisión. Es habitual encontrar vehículos con históricos de intervención en talleres reputados y con exhaustiva documentación de restauración. Especial atención merece el estado del chasis tubular y las conexiones de la carrocería de aluminio. El mantenimiento requiere experiencia en vehículos de carreras de la época, y es vital contar con documentación técnica y manuales originales para trabajos de restauración.

Motor, transmisión y comportamiento en marcha

El motor de seis cilindros Bristol de 2.0 litros, heredero directo de la ingeniería BMW 328, otorga a la FN 209 una respuesta inmediata y un régimen de giro especialmente espontáneo. El bajo peso del conjunto, junto a las relaciones de cambio cerradas y el diferencial autoblocante ZF en versiones posteriores, favorecen una agilidad sobresaliente en carreteras sinuosas y circuitos. La FN 209 demostró su capacidad al competir y obtener resultados destacados frente a Ferraris y Jaguars contemporáneos, siendo elegida por leyendas del volante como Stirling Moss o Tony Crook para pruebas como Le Mans, Mille Miglia o Targa Florio. Modelos destacables:

• Le Mans Replica MkI: configuración original y participaciones insignes en carreras históricas.
• Le Mans Replica MkII: solo 7 unidades, reconocibles por su anchura interior y detalles de máxima competición.
• Mille Miglia y Targa Florio: variantes diseñadas para pruebas de resistencia de largo recorrido y configuración de suspensión específica.

Diseño exterior e interior, materiales y equipamiento

La Frazer Nash FN 209 conserva la estética pura de los deportivos británicos de la posguerra: cockpit enfocado al conductor, frontal estilizado y carrocería en aluminio, con algunos ejemplares en fibra de vidrio. El interior silencioso y minimalista cuenta con instrumentación cronográfica y mandos sobrios, típicos de los vehículos de competición de entonces. Destaca la ausencia de puerta de copiloto por motivos reglamentarios y el montaje singular de la rueda de repuesto. Muchas piezas del habitáculo pueden presentar personalización o accesorios de época, dependiendo del historial individual de cada unidad. Desde asientos de competición hasta volantes específicos, cada ejemplar puede aportar detalles únicos fruto de su pasado deportivo.

Otros aspectos relevantes

Gran parte de las FN 209 en circulación cuentan con historiales de competición documentados y pueden estar homologadas para eventos históricos según normativas MSA/FIA. La exclusividad de cada chasis, unido a su uso frecuente en rallies y carreras históricas, hace que cada unidad albergue especificaciones ligeramente diferentes, incrementando su rareza y dificultad de comparación directa.

Resumen de la Frazer Nash FN 209

La Frazer Nash FN 209 Le Mans Replica es un clásico británico irrepetible, producido en cifras mínimas, con pedigrí de competición en las pruebas más exigentes del continente europeo. Sus características técnicas avanzadas para la época, bajo peso, agilidad y una construcción centrada en la competición la convierten en pieza clave para coleccionistas especializados y entusiastas de la historia automovilística.