Cord coches clásicos en venta

Historia de Cord

Cord nació en Indiana bajo el liderazgo visionario de Errett Lobban Cord en 1929, tras asociarse con la Auburn Automobile Company. Aunque su existencia fue breve—solo seis años de producción—, Cord marcó un antes y un después en la ingeniería automotriz norteamericana. El debut del L-29 catapultó a la marca a la fama al presentar la primera berlina de lujo con tracción delantera. A pesar de las dificultades impuestas por el crack de 1929 y la Gran Depresión, su producción se mantuvo en la vanguardia tecnológica y de diseño. El 810, introducido en 1935, causó sensación con su estética avanzada y soluciones técnicas poco vistas hasta entonces, como las luces escamoteables y el salpicadero con radio integrada. Lamentablemente, problemas de fiabilidad y la crisis del sector durante los años treinta llevaron al cierre definitivo en 1937.

Evolución de los modelos Cord

La gama Cord se compone de tres series principales: el L-29 (1929-1932), con carrocerías sedan, brougham y descapotables, y motor ocho cilindros en línea; el revolucionario 810 (1936), diseñado por Gordon M. Buehrig, con motor V8, suspensión independiente y transmisión semiautomática; y el 812 (1937), que introdujo el motor sobrealimentado elevando la potencia máxima hasta los 170 CV. Tras el cierre, hubo intentos de resucitar la marca en los años 60, pero no lograron continuidad industrial ni comercial.

Particularidades y datos del Cord

Cord transformó la industria introduciendo el primer turismo americano con tracción delantera (L-29) y un diseño aerodinámico que inspiró tendencias posteriores (810/812). Elementos como las luces escamoteables, la calandra envolvente y el característico "coffin nose" han marcado un precedente en la estética automovilística. Además, fue pionero en integrar una radio en el cuadro de instrumentos.

A día de hoy, el Cord 812 concentra el 50% de la oferta en el mercado de clásicos de la marca y también lidera claramente la demanda de búsquedas (61,1% de interés en anuncios). Le siguen el L-29 (21,5% de las vistas) y el 810 (17,4%). En la oferta, el 810 y el L-29 cuentan cada uno con el 25% del parque disponible.

Datos técnicos

Series especiales y modelos de colección

El 812 Supercharged es especialmente valorado entre coleccionistas por su sobrealimentación y potencia. También destacan las raras versiones convertibles de los modelos L-29 y 810, así como las series limitadas para cine rodadas en los años 60, aunque éstas carecen del pedigrí técnico del periodo original.

Motor, prestaciones y comportamiento dinámico

El L-29, pese al avance de su tracción delantera, tenía limitaciones de velocidad por su elevado peso, no superando los 130 km/h. El 810 supuso una revolución dinámica gracias a la suspensión independiente, el motor V8 y el cambio semiautomático, aunque la fiabilidad y los retrasos de producción limitaron su éxito comercial inicial. El 812 sobrealimentado mejoró aceleración y respuesta, aunque los problemas mecánicos siguieron presentes. Destacan: Cord 812 (líder en interés y oferta), Cord L-29 (primer tracción delantera), Cord 810 (innovaciones técnicas y de diseño).

Diseño, interior, confort y equipamiento

El diseño de los Cord destaca por elementos propios de la ingeniería estadounidense de vanguardia de los años treinta: luces ocultas motorizadas, formas aerodinámicas, parrilla envolvente y el característico frontal "coffin nose". Los interiores emplean cuero y madera, con salpicaderos iluminados e integración pionera de radio. Los modelos descapotables cuentan con capotas de ajuste preciso y acabados suntuosos. En cuanto a accesorios, Cord fue precursor en la oferta de personalización y acabados lujosos.

Otros aspectos destacados

Cord ha influido en generaciones de diseñadores y marcas, convirtiéndose en referente para futuras interpretaciones de la estética y tecnología en el automóvil estadounidense de alto nivel.

Resumen

Pese a operar solo durante seis años y producir menos de 7.500 unidades, Cord sigue despertando fascinación por su papel determinante en la ingeniería y diseño automovilísticos. Los modelos 812, 810 y L-29 son los máximos exponentes de una era de lujo, innovación y vanguardia, hoy reconocidos tanto por coleccionistas como por entusiastas del automóvil clásico.