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Alfa Romeo 8C coches clásicos en venta
El Alfa Romeo 8C representa la cúspide de la ingeniería y el diseño deportivo italiano, combinando un carisma propio de las grandes carreras con una sofisticación artesanal exclusiva. Su fabricación limitada y su potente mecánica han convertido a este modelo en un referente único tanto para coleccionistas como para amantes de la conducción pura.
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2009 | Alfa Romeo 8C Competizione
2009 Alfa Romeo 8C Competizione


2008 | Alfa Romeo 8C Competizione
ALFA ROMEO 8C COMPETIZIONE 450 CV (2008) SOLAMENTE 16.104KM – nr. 85 di 500 ESEMPLARI – ISCRITTA R.I.A.R. – PARI AL NUOVO – SICURA RIVALUTAZIONE A LIVELLO COLLEZIONISTICO – CONDIZIONI MANIACALI


1933 | Alfa Romeo 8C 2300 Monza
8C 2300 Monza (6C Motor) RHD
Historia y desarrollo del Alfa Romeo 8C
El Alfa Romeo 8C nació en los años 30 como evolución del 6C, alineando al fabricante de Milán con los grandes referentes de la competición internacional. La cifra '8' señala el número de cilindros en línea dispuestos bajo el capó —un motor que fue ensamblado a partir de dos bloques de cuatro cilindros acoplados y que, gracias a la doble árbol de levas en cabeza y a la construcción en aluminio, ofrecía un rendimiento superior para la época. Desde 1931, el Alfa Romeo 8C se posicionó como punta de lanza de la marca tanto en carreras como en carretera, logrando hitos relevantes como cuatro victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans (1931-1934). La carrocería quedaba a cargo de carroceros de renombre como Zagato, Touring, Pininfarina, Figoni y Vanden Plas, lo que permitió que cada unidad fuera prácticamente irrepetible en su diseño.
Evolución y variantes del modelo
La saga Alfa Romeo 8C arrancó con la versión 2300 entre 1931 y 1935, equipada con un motor de 2.336 cm³. La continuidad llegó con el 8C 2600 y posteriormente con el 8C 2900, incrementando la cilindrada hasta los 2.900 cm³ en las últimas variantes. Dichos modelos no solo sirvieron para homologaciones especiales, sino que forjaron el carácter gran turismo de la serie. En la práctica, se ofrecieron varias configuraciones de chasis —distancias entre ejes de 2750 mm y 3100 mm— y se fabricaron tanto coupés como cabriolets, siempre centrados en el equilibrio entre altas prestaciones y refinamiento. Al tratarse de un modelo de precio muy elevado durante su periodo de producción, la clientela estaba formada principalmente por pilotos profesionales y figuras adineradas del panorama europeo de entreguerras.
Particularidades del Alfa Romeo 8C
El 8C destaca por su sofisticado motor de ocho cilindros en línea sobrealimentado por compresor tipo Roots —una solución que permitió alcanzar potencias de hasta 178 CV en versión de carreras y velocidades superiores a los 170 km/h. Fue pionero en emplear bastidor de escalera de acero y carrocería mayoritariamente de aluminio, lo que mejoró sustancialmente la relación peso-potencia. Además, el 8C sirvió como base para algunos de los diseños más admirados producidos por la industria italiana y fue pilotado por leyendas como Nuvolari, Caracciola y Dreyfus.
Ficha técnica del Alfa Romeo 8C
Ediciones limitadas y modelos especiales
Entre las ediciones más exclusivas destaca la configuración Le Mans, diseñada específicamente para competir en la célebre carrera francesa y protagonista de cuatro victorias consecutivas. Las variantes carrozadas por Touring, Zagato, y otros talleres independientes, transformaron el 8C en piezas prácticamente únicas, tanto por acabado como por su configuración a medida para cada cliente.
Puntos débiles y mantenimiento del Alfa Romeo 8C
No se han documentado problemas específicos en las fuentes disponibles. Sin embargo, dado que se trata de un vehículo con mecánica compleja —especialmente el sistema de sobrealimentación por compresor y la doble cadena de distribución—, se recomienda la revisión periódica por especialistas en clásicos y la disponibilidad de recambios originales para asegurar la correcta conservación de la mecánica y la carrocería artesanal.
Motor, prestaciones y manejo
El Alfa Romeo 8C proporciona una experiencia de conducción puramente mecánica, sin asistencias ni sutilezas modernas. El motor sobrealimentado de ocho cilindros impresiona por su entrega lineal de potencia y por un sonido característico que sólo los compresores de la época logran. El cambio manual de cuatro marchas, en configuración no sincronizada, exige precisión y experiencia al volante. La respuesta del chasis es directa y deportiva: tanto en versiones cortas como largas, la estabilidad a alta velocidad fue una ventaja decisiva en su época, sobre todo en circuitos y pruebas de resistencia. - 8C 2300: 2.336 cm³, hasta 178 CV (en versión de carreras), 0-100 km/h en unos 7 segundos, velocidad máxima próxima a 170 km/h.
- 8C 2600 y 8C 2900: evoluciones que incorporan mayor cilindrada y refinamiento en acabados, especialmente en versiones Touring y Zagato.
Diseño interior, exterior y equipamiento
El 8C combina proporciones estilizadas —capó largo, cabina retrasada, líneas fluidas— con detalles únicos en cada ejemplar. Los trabajos de carrocería, realizados a medida por Zagato, Touring, Pininfarina y otros, empleaban materiales nobles y soluciones de aerodinámica avanzadas para la época. El interior, dependiendo del carrocero y la versión, podía incluir acabados en cuero artesano, instrumentación de precisión y detalles personalizados para el propietario. Entre los accesorios más codiciados están los juegos de equipaje a medida y cubiertas protectoras específicas.
Otros aspectos relevantes
La polivalencia del Alfa Romeo 8C le permitió ser tanto un pura sangre de circuito, como un gran turismo exclusivo para carretera abierta. Su presencia en museos especializados resalta el valor histórico y tecnológico de este modelo, considerado aún hoy como uno de los hitos del automovilismo europeo de entreguerras. En la actualidad, cada unidad superviviente es objeto de estudio tanto por historiadores del motor como diseñadores y coleccionistas.
Resumen: ¿Por qué elegir un Alfa Romeo 8C clásico?
El Alfa Romeo 8C es mucho más que un coche deportivo clásico: resume la innovación técnica, la victoria en la competición internacional y la excelencia del diseño artesanal italiano. Su exclusividad original, refinamiento mecánico y herencia histórica lo distinguen claramente en el mercado de clásicos. Para el aficionado que busca autenticidad, rendimiento puro y una pieza de colección con pedigrí real, el 8C es la culminación del espíritu Alfa Romeo.




