Pontiac Grand Safari: comprar clásico
El Pontiac Grand Safari destaca como el familiar más lujoso y espacioso de la gama Pontiac de los años 70, reconocible por sus distintivos paneles exteriores imitando madera y su generosa dotación de acabados interiores. Este station wagon satisface a entusiastas de clásicos americanos que buscan amplia capacidad, presencia y detalles propios de la época dorada de los vehículos familiares de gran tamaño.
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Crear anuncioHistoria e introducción del Pontiac Grand Safari
Lanzado en 1971, el Pontiac Grand Safari representó el máximo exponente en familiares dentro del catálogo de Pontiac hasta 1978. Basado en el chasis de modelos como el Bonneville y el Grand Ville, el Grand Safari adoptó elementos distintivos de lujo, como la parrilla y detalles interiores de gamas superiores, reafirmando su estatus como referente en station wagons de la época. En aquellos años, el segmento de familiares de gran tamaño era vital para el mercado estadounidense, y el Grand Safari supo combinar confort, espacio y características exclusivas para el público que no quería renunciar al lujo en formato familiar.
Historia del modelo
El Pontiac Grand Safari surge como evolución directa de otras rancheras de la marca, situándose por encima de los modelos Catalina y LeMans Safari. Entre 1971 y 1978, el Grand Safari ofreció la máxima capacidad y acabados en station wagons de la marca, hasta la desaparición del modelo cuando el mercado de grandes familiares comenzó a declinar hacia finales de los 70. No tuvo un sucesor directo con idéntico enfoque de lujo y dimensiones.
Características destacadas y estadísticas
El Grand Safari es recordado por su formato de tamaño completo, espacio interior inigualable y la clásica decoración exterior con paneles imitación madera que cubrían los laterales y portón trasero. A nivel de detalles, tomaba mucho del equipamiento de los sedanes de gama alta de Pontiac, lo que le confería una personalidad premium dentro de las familiares americanas.
Datos técnicos
Ediciones especiales y modelos coleccionables
A lo largo de su producción, algunos Grand Safari destacaron por equipamientos opcionales poco habituales, acabados aún más lujosos o tiradas limitadas para mercados concretos, aunque no se comercializó una versión oficialmente limitada como edición especial de fábrica.
Puntos débiles y mantenimiento habitual
Como ocurre con muchos station wagons americanos de la época, es importante revisar el estado del chasis y elementos de suspensión, debido al peso y longitud del vehículo. Los paneles decorativos tipo woodgrain pueden presentar deterioro por el paso del tiempo y la exposición solar. Las mecánicas V8 son robustas pero requieren un mantenimiento atento de los sistemas de refrigeración y transmisión para preservar su fiabilidad.
Motor, transmisión y comportamiento dinámico
El Grand Safari montaba grandes motores V8, ofreciendo respuestas suaves pero orientadas al confort antes que a las prestaciones deportivas. Sus cajas de cambio automáticas se enfocaban en maximizar el confort de marcha, con múltiples relaciones largas para priorizar la suavidad. La maniobrabilidad no era su punto fuerte debido a las dimensiones y al peso, pero su estabilidad en autopista y el aislamiento acústico destacaban en su segmento. Las configuraciones más valoradas entre los aficionados suelen estar asociadas a los motores de mayor cubicaje, como el V8 455 (7.5L) de los primeros años, así como ejemplares con el máximo nivel de equipamiento interior y madera sintética exterior perfectamente conservada.
Diseño exterior, interior y confort
El Grand Safari sobresale por una línea robusta, marcada por la presencia de paneles laterales imitando madera, gran superficie acristalada y un portón trasero de apertura dual. El interior ofrecía grandes asientos tapizados, salpicaderos con instrumentación propia de los modelos premium de Pontiac y detalles cromados. El equipamiento opcional podía incluir aire acondicionado, elevalunas eléctricos y asientos de tercera fila, subrayando el enfoque en comodidad y funcionalidad típicos de los estadounidenses de los 70.
Otros aspectos de interés
La polivalencia del Grand Safari lo hizo popular en su época tanto para familias como para uso profesional o de ocio, como el remolque de caravanas gracias a su bastidor reforzado y potente motorización. Su exclusividad actual se debe en parte a la baja supervivencia de rancheras de gran tamaño con acabados woodgrain. Algunas unidades preservan accesorios de época como portaequipajes de techo y defensas cromadas en estado original.
Resumen
El Pontiac Grand Safari sintetiza la esencia del station wagon americano de gama alta de los 70. Destaca por su amplitud, equipamiento de lujo y detalles de diseño únicos. A día de hoy, representa una elección auténtica para los entusiastas de los clásicos americanos que valoran presencia, mecánica robusta y un icónico toque 'woodie' en un formato de auténtico familiar de gran tamaño.