TVR Griffith clásicos en venta
El TVR Griffith es un deportivo británico puro, caracterizado por su construcción ligera, potentes motores V8 y una conducción que desafía a cualquier aficionado. Entre 1991 y 2002, TVR creó con este modelo un roadster extraordinario, apreciado tanto por su exclusividad como por su sorprendente rendimiento. Quienes buscan un coche emocionante, con presencia y fuerte personalidad, encuentran en el Griffith una referencia absoluta.
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1963 | TVR Griffith 200
Extrem seltenes Fahrzeug aus "Griffith Motors" Produktion, Cobra Konkurrenz mit 289 HiPo K-Code
Historia del TVR Griffith
El TVR Griffith surgió como respuesta valiente de TVR en 1991 a la demanda de deportivos agresivos y ligeros. Inspirado por los Griffith 200 y 400 de los años 60, el nuevo Griffith se mantuvo fiel a la receta: carrocería de fibra de vidrio sobre un chasis tubular metálico, motores grandes y el mínimo peso posible. Inicialmente, el Griffith montó un V8 de origen Rover con 4 litros de cilindrada, alcanzando 243 CV y un par de 366 Nm. En poco tiempo, TVR amplió las opciones, introduciendo un propulsor de 4,3 litros (284 CV) y finalmente el celebrado Griffith 500, con cinco litros de cilindrada y 345 CV. Cada evolución mantuvo el carácter tosco y salvaje del modelo, a la vez que introducía mejoras mecánicas y detalles exclusivos en los acabados. Entre 1991 y 2002, se fabricaron aproximadamente 2.600 unidades. En 2000, TVR presentó una edición limitada a tan solo 100 ejemplares con detalles distintivos en el interior y una placa numerada, destinada a despedir con honores la producción del modelo. El Griffith terminó su saga en 2002, cediendo el paso al TVR Tamora.
Evolución del modelo Griffith
El Griffith siempre representó lo más radical de TVR. Sucesor espiritual de los Griffith 200 y 400, el modelo inicialmente utilizó motores Rover, que fueron modificados y evolucionados por la propia marca hasta alcanzar el impresionante Griffith 500. La continuidad de la fórmula —potencia, peso contenido y ausencia de ayudas electrónicas— confiere al Griffith una herencia puramente analógica. Tras el cese de producción en 2002, el Griffith dejó paso al TVR Tamora, pero su sombra permaneció viva e inspiró el intento de resurrección de la marca en 2017, aunque el nuevo Griffith nunca llegó a destruir la carretera.
Particularidades del TVR Griffith
La esencia del Griffith reside en sus detalles: ligerísimo, brutalmente potente y con acabados a mano con marcado toque británico. Las colores poco habituales, como el Formula Pearl Scent Red o Grigio Titanio, junto con interiores en cuero de alta calidad con costuras en contraste (por ejemplo, cuero negro con pespuntes rojos o combinaciones Portland Grey con Black Hide), lo diferencian del resto. Destacan los detalles en acero inoxidable o aluminio en mandos y pedales, además de alfombras de lana y techos desmontables de cuidada fabricación. Inclusive muchas unidades han recibido restauraciones integrales con chasis galvanizados y suspensiones y trenes tratados para durar. Las últimas ediciones incorporan placas numeradas y detalles exclusivos en el habitáculo.
Datos técnicos del TVR Griffith
Ediciones especiales y raras del Griffith
En el año 2000, TVR lanzó una edición final limitada a solo 100 coches. Estas unidades destacan por su placa metálica personalizada, detalles exclusivos en el interior y retoques estéticos. Además, existen algunas unidades restauradas completamente ('full body off refurbishment'), con chasis galvanizados y componentes tratados, convirtiéndose en piezas singulares dentro del ya selecto universo Griffith.
Mantenimiento, debilidades y puntos clave
El Griffith demanda atención refinada: inspecciones regulares de aceite, cambio periódico de bujías y revisión de juntas y cables de encendido son imprescindibles. Aunque el coche puede mostrar 'tolerancias TVR' (ajustes de fabricación peculiares y ocasionales detalles de acabado), la mayoría se entrega con historial completo de revisiones, manuales, recambios originales y suele estar protegida con tratamientos antióxido. Las versiones con restauración integral ofrecen garantías extra en chasis, suspensiones y pintura, aunque los mantenimientos no deben descuidarse debido a la potencia y características técnicas del modelo. El trato de clubes de propietarios y talleres especializados suele ser habitual entre los Griffith bien conservados.
Motor, transmisión y conducción
El Griffith se define por una experiencia de conducción pura: sin ayudas electrónicas, con peso reducido y una entrega de potencia directa del V8. El 5.0 pone sobre el asfalto 345 CV, permitiendo aceleraciones fulgurantes y un sonido inconfundible. La transmisión manual de cinco marchas, la dirección comunicativa y las suspensiones ajustables hacen que cada trayecto suponga un reto emocionante. La estabilidad y tracción exigen manos expertas, pues la configuración y la relación peso-potencia hacen necesario un pilotaje preciso. - Griffith 4.0: V8 Rover, 243 CV, 0–100 km/h en 4,7 s.
- Griffith 4.3: V8 Rover, 284 CV, 0–100 km/h más rápida aún.
- Griffith 500: 5.0 V8 TVR, 345 CV, 0–100 km/h en 4,1 s, velocidad máxima ~275 km/h.
Diseño interior y exterior del Griffith
Obra de artesanía británica, el Griffith exhibe diseño exterior musculoso, baja altura, pasos de rueda acentuados y proporciones compactas. El techo es desmontable, muy bien ajustado e impermeabilizado. Habitualmente, las llantas son de aleación ligera (muchas veces renovadas o restauradas) y los detalles del habitáculo —incluyendo pedales y paneles— se realizan en acero o aluminio. Los tapizados premium incluyen piel con costuras de colores y alfombrillas de materiales nobles. Los acabados y combinaciones de colores —muchas extraordinarias y personalizadas— elevan la exclusividad de cada unidad. Las opciones de equipamiento y accesorios originales, como manuales, llaveros dobles y facturas de origen, completan la experiencia del Griffith.
Otros aspectos relevantes
La experiencia Griffith suele estar ligada a los clubs de TVR, con soporte, piezas y restauradores especializados. Muchos ejemplares destacan por su completa documentación y vida de garaje, evitando el uso en condiciones adversas. Detalles como la instalación de cableado de arranque reforzado ('Hot Start') mejoran la fiabilidad en climas cálidos. Además, este modelo ha sido protagonista en videojuegos como Gran Turismo y permanece vivo en la cultura popular.
Resumen del TVR Griffith
El TVR Griffith representa la quintaesencia del deportivo británico, combinando ligereza, potencia sin filtros y acabados singulares. Su exclusividad, diseño y prestaciones puras lo convierten en el modelo más representativo de la marca y en el objeto de deseo de conductores que buscan algo diferente, desafiante y cautivador dentro del panorama clásico europeo.
