Lola T296 coches clásicos en venta

Historia del Lola T296

El Lola T296 surge en 1976 como la evolución natural de la reputada serie T290/T292. Desarrollado específicamente para categorías de prototipos deportivos de 2 litros, el T296 fue una respuesta directa a la intensa competición del panorama internacional, especialmente en el Campeonato del Mundo de Marcas y otras series europeas. La estructura monocasco y la utilización de materiales ligeros elevaron los estándares de la época, permitiendo a Lola posicionarse entre los fabricantes punteros del segmento.

Historia de la serie y evolución del modelo

El T296 toma el relevo de los exitosos Lola T290 y T292, modelos ampliamente reconocidos por su competitividad y fiabilidad. El T296 incorpora mejoras significativas en aerodinámica y rigidez estructural, además de la posibilidad de montar diversas motorizaciones de 2 litros, siendo los más habituales los motores Ford Cosworth. Tras la era T296, Lola continúa su evolución en prototipos con modelos como el T298, extendiendo el legado de ingeniería de la marca británica en la competición de resistencia.

Aspectos destacados del Lola T296

El T296 destaca por su ligereza, gracias a una construcción optimizada en aluminio y materiales compuestos. El chasis monocasco garantiza una gran rigidez, mientras que la suspensión independiente en las cuatro ruedas optimiza el paso por curva. Los frenos de disco ventilados y la posibilidad de ajustar numerosos parámetros del coche lo convierten en un modelo altamente configurable para distintos circuitos y estilos de conducción.

Datos técnicos del Lola T296

Ediciones especiales y variantes coleccionables

Aunque el T296 fue fabricado principalmente en versión estándar para cumplir las regulaciones de los campeonatos de prototipos de 2 litros, algunas unidades fueron personalizadas por escuderías con configuraciones específicas de motor o aerodinámica, adaptándose a las particularidades de cada campeonato o al reglamento vigente en cada país.

Puntos débiles y mantenimiento a tener en cuenta

Como prototipo de competición, el T296 requiere un mantenimiento exhaustivo y especializado. La revisión periódica del chasis, estado de los elementos de suspensión, y la atención al perfecto ajuste de la transmisión y los frenos son esenciales. El recambio de piezas específicas puede requerir mecanizados a medida o búsqueda en canales especializados en competición histórica. Un mantenimiento profesional es decisivo para conservar la integridad estructural y el rendimiento del vehículo.

Motor, prestaciones y dinámica de conducción

El Lola T296 ofrece una experiencia de conducción radical, propia de los prototipos de altos vuelos de los años 70. La combinación de un motor atmosférico de alto régimen, un peso ultraligero y una aerodinámica trabajada permite afrontar curvas a alta velocidad y mantener gran estabilidad en cualquier trazado. La respuesta del conjunto mecánico y la eficacia del sistema de frenado destacan incluso comparados con prototipos de generaciones posteriores. La motorización más habitual del T296 es el Ford Cosworth BDG, un cuatro cilindros en línea con una potencia superior a los 260 CV. Las cajas Hewland FG400 proporcionan cambios rápidos y precisos, fundamentales en la conducción en circuito.

Diseño interior y exterior, materiales y equipamiento especial

El diseño exterior del T296 se caracteriza por líneas bajas y fluidas que maximizan la eficiencia aerodinámica. El cockpit es minimalista, priorizando ergonomía y funcionalidad con un volante pequeño, instrumentación clara y mandos al alcance del piloto. Los materiales utilizados incluyen aluminio, magnesio y composites, pensados para reducir peso sin sacrificar rigidez. Equipamientos como los depósitos de combustible tipo FIA y los arneses de seguridad completan un interior puramente orientado a la competición.

Otras particularidades del Lola T296

La fiabilidad demostrada en pruebas de resistencia y la flexibilidad para adaptar diferentes motorizaciones han permitido que el T296 siga participando hoy en día en campeonatos históricos y eventos de clásicos, mostrando la durabilidad y el avanzado planteamiento técnico de este modelo.

Resumen

El Lola T296 ocupa un puesto destacado dentro de la historia del automovilismo por su concepción innovadora, su rendimiento sobresaliente y su disponibilidad limitada. Con un dominio absoluto en la oferta y demanda dentro de la marca Lola, se presenta como la referencia para quienes buscan un prototipo de carreras auténtico, diseñado sin concesiones para la velocidad, la fiabilidad y la emoción de pilotaje pura.