1978 | Lancia Beta Coupe 1300

Lancia Beta Coupé 1300 – ¡El último Lancia auténtico!

Hay coches que cuentan una historia, y hay otros que escriben un capítulo entero en la memoria colectiva. El Lancia Beta Coupé pertenece claramente a la segunda categoría. No es simplemente un coche – es una época sobre ruedas. Y este ejemplar es de la tercera serie de 1978 – de una época en la que el diseño italiano todavía significaba clase, estilo y un toque de locura.

Diseñado por Piero Castagnero – sí, el mismo genio detrás del Fulvia – el Beta Coupé fue la respuesta elegante para quienes no querían una berlina aburrida y no podían permitirse un Ferrari. ¿El resultado? Un coupé de líneas afiladas, proporciones perfectas y detalles que gritan “Made in Italy” más fuerte que una cafetera moka en la cocina.

Diseño – Elegancia con un toque deportivo
✅ Capó con doble abombado – casi tan perfectamente esculpido como el David de Miguel Ángel.
✅ Parrilla negra con cinco barras cromadas – un detalle de pura sofisticación.
✅ Cuatro faros redondos en carcasas negras – el Beta hipnotiza la carretera en lugar de simplemente mirarla.
✅ Interior de terciopelo amarillo mostaza – ese encanto discreto de los 70, atrevido pero nunca kitsch.

¿Este ejemplar? Marrón – ¡sí, marrón! Pero en un tono que hoy llamamos vintage chic y no “coche de abuelo.”

Técnica – Cuando 82 CV aún bastaban para soñar
Bajo el capó: el motor bicárter de 1,3 litros de Lancia con 82 CV, unido a una caja manual que hace que cada cambio sea un placer prohibido. Tracción delantera, comportamiento preciso – típico de Lancia: honesto, directo y con esa sensación mecánica que los coches modernos ya sacrificaron a la electrónica.

Hoy, 82 CV pueden sacar una sonrisa – pero en los años 70 bastaban para sentirse un héroe camino al mar, con el pelo al viento y Lucio Battisti en la radio.

Historia & Estado – Una superviviente con estilo
Esta Beta tuvo un solo propietario antes de ser adquirida en 2017 por el padre del vendedor actual. Desde entonces ha sido mimada, siempre guardada bajo funda en un garaje. Dada de baja desde 1993 – lo que significa: ni baches, ni granizo, ni aventuras de aparcamiento en más de 30 años.

Kilometraje: solo 50.091
Neumáticos: viejos, pero aún en forma (por seguridad conviene cambiarlos)
ITV: pendiente, pero el coche está completo y sólido

¿Defectos? Algunas manchas en los asientos de terciopelo, pequeños arañazos en el interior – el encanto clásico de un coche que no intenta parecer joven, sino que muestra con orgullo su historia.

¿Por qué comprarlo?
Porque esto no es simplemente un Lancia – es el último Lancia auténtico, como todavía dicen los puristas. Y porque el mundo está lleno de SUVs sin alma, pero de Beta Coupés originales y bien conservados… quedan muy pocos.

Si quieres algo que haga girar la cabeza a los verdaderos entendidos – aquí tienes tu oportunidad. Un coche que no grita, sino que susurra: estilo. Elegancia. Autenticidad.