1988 | BMW M3

Hay coches que son rápidos. Hay coches que son bonitos. Y luego está el BMW M3 E30 – un coche que reúne ambas cosas y que, de paso, escribió la historia del automovilismo. El M3 de 1988 no es un BMW cualquiera – es el santo grial de la familia ///M, la base que hizo posible todos los M3 posteriores.

Nacido de la necesidad de homologar un coche para la DTM, el E30 M3 no fue simplemente fabricado – fue afinado, pulido, perfeccionado. El resultado: una máquina de conducción que aún hoy se siente tan directa, precisa y auténtica que uno se pregunta por qué dejamos de fabricar coches analógicos.

Tecnología – DTM para la calle
Bajo el capó, el mítico cuatro cilindros S14 de 2,3 litros. Sin turbo, sin adornos – solo ingeniería pura y rabiosa. 200 CV que piden ser estirados hasta el límite. Y ese sonido – metálico, agudo, rabioso – como un enjambre de avispas furiosas.

Chasis firme, dirección quirúrgica, caja corta y precisa. Conducirlo una vez por curvas es suficiente para entender su leyenda.

Estado – De libro de colección
✅ Año 1988 – época dorada del motorsport
✅ Matching numbers – motor, caja, carrocería originales
✅ Histórico de mantenimiento completo
✅ Kilometraje certificado con ITV continua

No es un tuning gastado, ni un coche de circuito reventado – es un ejemplar respetado, con alma.

Diseño – El bávaro ancho
Aletas ensanchadas, spoilers discretos, líneas cuadradas, proporciones perfectas, interior analógico. Todo rezuma autenticidad.

Conclusión – El último M3 auténtico
Esto no es solo un coche. Es una declaración. Una leyenda que se conduce.
Cualquiera puede tener un Golf GTI.
Un E30 M3, hay que ganárselo.