1994 | Ferrari 512 TR

Ferrari 512 TR de 1994 – El último verdadero Testarossa

Hay coches que impresionan. Otros que electrizan. Y luego está el Ferrari 512 TR – un manifiesto rodante de la ingeniería italiana, que destila más testosterona que un combate de boxeo en Maranello.

El 512 TR no es solo un coche. Es el gran final de la saga Testarossa. La última interpretación de un motor bóxer de 12 cilindros trasero, envuelto en una silueta que aún hoy parece obra de un Miguel Ángel adicto al túnel de viento.

¿Y este ejemplar? Una de las rarísimas versiones con ABS. Apenas unas 150 en todo el mundo. Si tienes la suerte de poseer uno, no eres coleccionista – eres curador.

Volvamos a los 80: el Testarossa era el coche de los banqueros de inversión con bigote, gafas de sol y números de teléfono apuntados en la parte trasera de un Rolex. Un símbolo del exceso, la extravagancia y la pasión por la velocidad.

Y en 1991 llegó el 512 TR. No un restyling. No una actualización. Una declaración de guerra.

Técnica – El ocaso mecánico rojo de los dioses Bajo la interminable cubierta trasera: un bóxer V12 de 4,9 litros que suena como si Zeus hubiera montado una banda de rock.

428 CV a 6.750 rpm

491 Nm de par

0–100 km/h en 4,9 s

Velocidad máxima: más de 300 km/h

Sin turbos, sin software, sin artificios. Solo gasolina, aire y temperamento italiano.

Nuevas culatas, válvulas más grandes, nuevas cajas de aire y un escape revisado. Como si Ferrari le hubiera dado al Testarossa un doble expreso y una patada en los tubos de escape.

Diseño – Más líneas, menos lentejuelas El 512 TR convirtió la brutalidad del original en elegancia: ✔️ Capó más bajo con ranura extra ✔️ Frente trapezoidal al estilo del 348 ✔️ Tubos de escape integrados en lugar de rejillas metálicas

Interior: cuero hasta el horizonte. Un habitáculo como un traje a medida – con ese auténtico aroma Ferrari. Nada de juguetes multimedia. Solo un volante, tres pedales y la promesa de que cada error será tuyo.

El coche – Honesto. Cuidado. Listo.

Primera entrega en Francia

Sin accidentes, original, de colección cuidada

Gran revisión y neumáticos nuevos en 2022

Todos los libros, todas las llaves, estuche completo

Estado 2 según peritaje 2024

Un coche no solo conservado, sino venerado. Cada servicio hecho, cada kilómetro cuidado. Sin retrasos, sin ruina mecánica – un mito listo para rodar.

Conclusión – El último de su especie El Ferrari 512 TR es el acorde final de una obra maestra. Sin módulos electrónicos. Sin ayudas que te salven de ti mismo. Solo mecánica pura, potencia bruta y una forma que nunca se disculpa.

Si buscas una inversión que dé no solo rentabilidad sino también piel de gallina – aquí la tienes. Pero cuidado: quien lo deje dormir en el garaje, no lo merece.